El ejercicio del escaneo corporal es una técnica de atención plena que nos invita a dirigir conscientemente nuestra atención hacia las sensaciones físicas y emocionales presentes en nuestro cuerpo. A través de este ejercicio, exploramos gradualmente cada parte de nuestro cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, prestando atención a las sensaciones que encontramos en el camino.
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Para realizar el escaneo corporal, nos ubicamos en un lugar tranquilo y cómodo, donde podamos estar sin distracciones. Cerramos los ojos y comenzamos a respirar profundamente para relajarnos y prepararnos para la práctica.
Lentamente, llevamos nuestra atención a nuestros pies y, desde allí, vamos ascendiendo hacia arriba, por cada parte de nuestro cuerpo. Con una actitud de curiosidad y aceptación, exploramos las sensaciones que percibimos en cada área. Puede ser una sensación de calor, frío, tensión, relajación, hormigueo o cualquier otra experiencia física que surja en ese momento.
El objetivo no es cambiar o juzgar las sensaciones, sino simplemente observarlas y reconocerlas. Si notamos alguna tensión en alguna parte del cuerpo, podemos intentar relajar conscientemente esa área a medida que avanzamos en el escaneo.
A medida que recorremos todo el cuerpo, tomamos conciencia de las diferentes sensaciones que surgen y cómo cambian de una parte a otra. También podemos notar cómo nuestras emociones y pensamientos pueden influir en las sensaciones físicas.
Durante el ejercicio, es posible que nuestra mente se distraiga o divague. Si eso sucede, simplemente reconocemos suavemente la distracción y volvemos nuestra atención al escaneo corporal, sin juzgarnos a nosotros mismos.
Al finalizar el escaneo corporal, tomamos un momento para notar cómo nos sentimos en general, en comparación con cuando comenzamos. Esto nos permite reconocer cualquier cambio o sensación que haya surgido a lo largo del ejercicio.
El ejercicio del escaneo corporal nos ayuda a desarrollar una mayor conciencia de nuestro cuerpo, a conectarnos con nuestras sensaciones físicas y a relajarnos en el presente. Es una práctica que nos invita a estar plenamente presentes en nuestro cuerpo y a cultivar una actitud de aceptación y atención hacia nosotros mismos.
Descripción del ejercicio
- Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o acostarte sin distracciones.
- Cierra los ojos y toma varias respiraciones profundas para relajarte.
- Comienza a dirigir tu atención hacia tu cuerpo. Comienza por tus pies y lentamente ve subiendo hacia la cabeza.
- Observa cualquier sensación física que puedas percibir en cada parte de tu cuerpo. Pueden ser sensaciones de tensión, calor, frío, hormigueo o cualquier otra cosa que sientas.
- No trates de cambiar o juzgar las sensaciones que experimentas. Solo obsérvalas y reconócelas.
- A medida que escaneas cada parte del cuerpo, intenta relajar conscientemente esa área si notas alguna tensión.
- Continúa ascendiendo lentamente hasta llegar a la cabeza, prestando atención a cada parte del cuerpo en el camino.
- Si tu mente se distrae o comienza a divagar, simplemente reconócelo suavemente y trae tu atención de regreso al escaneo corporal.
- Después de recorrer todo el cuerpo, tómate un momento para notar cómo te sientes en general. Observa cualquier cambio o sensación en comparación con cuando comenzaste.
- Cuando estés listo, abre suavemente los ojos y regresa al entorno circundante.
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