La elaboración es idéntica que la del pan, por lo que tienes que utilizar harina de trigo de fuerza o panificable, y la levadura tiene que ser de panadero, da igual que utilices levadura fresca o seca, pero mira que la cantidad varia según la que utilices.
Otra cosa que debes tener en cuenta para que te quede bueno son los reposos de la masa, deja la masa en un lugar templado, entre 21º y 24º para que fermente y doble el tamaño, si no crece la masa es que hace frío, por lo que te aconsejo que la dejes dentro del horno apagado o en un lugar que no haga mucho frío.
También puedes ver el vídeo de la receta, así seguro que no te pierdes ningún paso sobre la elaboración, y te quedará como si lo hubieras comprado en un horno.
INGREDIENTES
- 700 g de harina de trigo de fuerza o panificable
- 250 g de leche
- 25 g de levadura de panadero fresca o 8 g de seca
- 120 g de azúcar
- 120 g de mantequilla
- 2 Huevos + 1 huevo para pintar el rosco
- 20 ml de agua de azahar
- 8 g de sal
- Ralladura de limón
- Fruta confitada
- Almendra cruda lamina
ELABORACIÓN
Echa 3 cucharadas de harina en un bol.
Añade la levadura de panadero, si es fresca la deshaces un poco con las manos.
Vierte le leche tibia, que no sobrepase los 40º centígrados.
Remuévelo un poco y tapa el bol.
Deja reposar este mezcla durante 30 minutos.
Pasado este tiempo quita el trapo y lo remueves.
Añade en el bol el resto de la harina de trigo.
Añade también la mantequilla a temperatura ambiente.
Echa el azúcar, la ralladura de limón, el agua de azahar y la sal.
Por último casca los 2 huevos y los añades también.
Remuévelo bien hasta que consigas un amasa compacta que puedas trabajar con las manos.
Echa la masa sobre el banco espolvoreado con un poco de harina.
Amásala durante 7 u 8 minutos.
La masa es algo pegajosa, así que armate de paciencia y no le echas mas harina.
Puedes hacer descansos durante el amasado de un par de minutos.
Cuando esté amasada haz una bola con la masa.
Coloca la bola de masa dentro de un bol espolvoreado con un poco de harina.
Tapa el bol y deja reposar la masa en un lugar templado durante 120 minutos.
Pasado el tiempo de reposo la masa tiene que haber doblado su tamaño.
Si la masa no ha crecido la dejas reposar mas tiempo en un lugar templado.
Vuelve a echar la masa sobre el banco espolvoreado con harina.
Extiende la masa con las manos, mientras la aprietas con los dedos para que suelte legas de la fermentación.
Cuando la hayas extendido la pliegas sobre si misma y forma un cilindro con ella.
Corta la masa en dos partes iguales, ya que con esta medida te saldrán dos roscones.
Coge un trozo de masa y la pliegas desde los lados hacia el centro, haz unos 5 o 6 pliegues.
Ahora coloca la masa con la parte de los pliegues hacia abajo.
Si quieres poner el haba y el rey ahora es el momento ideal.
Rueda la masa en el banco sobre si misma, mientras la aprietas con las palmas de las manos.
Tienes que forma un bola con la masa.
Con un par de dedos haces un agujero en el centro de la bola.
Haz un agujero hasta que toques el banco.
Coloca dos dedos de una mano y otros dos de la otra en el agujero.
Rueda las manos para hacer grande el agujero.
Tienes que hacer un agujero de unos 15 centímetros de diámetro.
Coloca el roscón en la bandeja del horno sobre papel de hornear.
Dale forma para que te quede lo mas redondo posible.
Tapa el roscón con un trapo y déjalo que reposo otros 90 minutos.
Casca el huevo que te queda en un plato y lo bates bien.
Pasados los 90 minutos el roscón habrá doblado su tamaño.
Píntalo con el huevo batido.
Ya puedes decorarlo.
Coloca unos trozos de fruta confitada por encima del roscón.
Echa también unas láminas de almendra cruda.
Introduce el roscón en el horno precalentado a 180º centígrados.
Hornéalo durante 25 ó 30 minutos, hasta que esté bien dorado.
Sácalo del horno y lo pones sobre una rejilla o similar.
Cuando esté frío ya esta listo para comer.