Revista Psicología

Cómo hacer un caldo rico en colágeno

Por Redespress60

El colágeno es una proteína que representa más del 25 por ciento del total de las proteínas que forman parte del organismo de los mamíferos, lo que la convierte en la proteína más importante. Su importancia radica en que genera fibras muy resistentes y flexibles, las llamadas fibras colágenas. Éstas forman parte de numerosos tejidos en nuestro cuerpo (articulaciones, huesos, piel, músculos y tendones), y les aporta sus propiedades...

Cómo hacer un caldo rico en colágeno

Aunque el cuerpo humano produce colágeno de forma natural llega un momento en el que el organismo pierde la capacidad para generar esta proteína. A partir de ese instante comenzarán los problemas, ya que las zonas que contienen el colágeno empezarán a envejecer y las personas podrán perder la movilidad de las articulaciones o la tersura de la piel, entre otras capacidades.

Esta caída del nivel de colágeno ocurre a partir de los 30 años, por lo que las personas deben prestar atención a partir de esa edad para seguir gozando de un buen estado de salud y movilidad.

Colágeno hidrolizado

Cada año aparecen en el mercado productos milagro que nos dan falsas esperanzas prometiendo devolvernos la salud o eliminarnos las arrugas y, lo que es peor, vaciándonos el bolsillo. En realidad, estos suplementos de colágeno no son más que gelatina purificada (extraída de la pieles, huesos hervidos, tendones,...de animales) a la que le añaden los compuestos que se pierden en el proceso de purificación: el sulfato de condroitina y la glucosamina.

Es importante aclarar la procedencia de los elementos que son añadidos a los suplementos de colágeno, tan caros, que se venden: El sulfato de condroitina se obtiene de piel, huesos y cartílago bovino, porcino o marino. La glucosamina se obtiene del caparazón de crustáceos como el de las gambas, langostas o cangrejos.

No es necesario gastarse tanto dinero en pastillas de colágeno de dudosa eficacia. Una buena sopa o caldo hecho con huesos, como se hacía antaño, es la forma más barata y segura de obtener el colágeno que usted desea. Si hacemos un buen caldo o sopa de huesos regularmente (con una o dos veces a la semana es suficiente), no habrá necesidad de comprar ningún suplemento, cubriendo así las necesidades de colágeno. Además sabremos lo que está tomando.

El caldo de huesos es una extracción acuosa hecha a base de huesos de animales sanos. Tiene una gran concentración de minerales: fósforo, calcio y magnesio, excelentes para mantener una buena salud bucal y ósea. Asimismo refuerza el sistema inmunitario y ayuda a tener una buena digestión.

Es aconsejable utilizar huesos de buena calidad, a ser posible que hayan sido alimentados con pasto y criados en libertad. En el caso de que lo hagamos de pescado, conviene utilizar pescados salvajes que no sea de piscifactorías.

Siempre que preparemos una comida y nos sobren huesos, podemos congelarlos para preparar en otro momento un buen caldo de huesos.

Cómo hacer un caldo rico en colágeno

Ingredientes:

  • 1 kg y medio de huesos (los de pollo dan un sabor más suave al caldo). El esternón del pollo tiene mucho colágeno
  • agua
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cebolla mediana, cortada
  • 6 dientes de ajo picados
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 1 cucharadita de sal marina
  • Opcional: zanahorias picadas, unos pedacitos de jengibre, perejil, tomate seco,...

Preparación:

  • Si los huesos no han sido cocinados previamente, es mejor dorarlos en el horno durante 30 minutos a 180 grados, antes de ponerlos en la olla para hervir. Si los huesos son de pollo o pescado que ya ha sido cocinado, saltamos este paso.
  • Colocar los huesos en una olla. Dejaremos unos 4 a 5 cm de agua por encima de la olla, y añadimos las 2 cucharadas de vinagre
  • Dejar reposar (con el fuego apagado) durante 20 a 30 minutos (el ácido del vinagre ayudará a que se liberen más fácilmente los nutrientes de los huesos).
  • Añadir las cebollas, ajos, hojas de laurel y la sal.
  • Poner la olla a hervir. En cuanto empiece a hervir, reducir el calor al mínimo. Cocinar a esta temperatura hasta que esté listo (cocinar durante un mínimo de dos horas, aunque lo recomendable son de 6 a 8 horas).
  • Es importante revisar el caldo y remover la espumilla que se vaya formando en la parte superior (los huesos de pasto natural suelen producir menos espuma).
  • En los últimos 30 minutos de cocción podemos agregar perejil o hierbas frescas para darle más sabor.
  • Retirar del fuego y dejar que se enfríe. Con la ayuda de un colador, quitaremos los huesos y los vegetales. (Se puede quitar la carne que está pegada a los huesos ya que ésta tiene mucho colágeno y así la podremos aprovechar para echársela en taquitos a la sopa más tarde).
  • Refrigerar o congelar. Cuando enfríe, se formará una capa de grasa solidificada en la parte superior. Es recomendable eliminar esta grasa.
  • Si hemos preparado mucha cantidad, podemos congelarlo en recipientes de vidrio o en las cubiteras para el hielo. Si vamos a usar recipientes de vidrio, es importante dejar de 2 a 3 centímetros en la parte superior del recipiente de vidrio, para evitar que éste se rompa cuando el liquido se expanda. Cuando lo vayamos a utilizar, debemos calentarlo al baño María, pero nunca en el microondas ya que puede destruir los aminoácidos.

Fuentes : Awentis // CuídatePlus


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