Revista Creaciones
abemos que muchos adoráis vuestros libros y que piensáis que no se deben maltratar. Pero hemos encontrado esta original forma en la que puedes utilizar los libros que ya no quieres o que está deterirados.
Necesitaremos
Un libro viejo o que ya no quieras. Soporte en forma de "L" Navaja de precisión (cúter) Pluma Tornillos pequeños Tornillos grandes Cinta métrica o regla Pegamento Varios libros u objetos pesados (para poner encima del libro)
Traza el punto medio en la parte de atrás del libro. Toma el soporte en forma de "L" y ponlo de manera que esté en el punto medio. Traza su figura en la hoja.
Corta con el cúter el rectángulo que trazaste con el soporte. Corta lo suficientemente profundo, de manera que quepa el soporte.
Con la navaja de precisión corta la parte que sobresalga de la portada del libro, de manera que no vaya a quedar espacio entre el libro y la pared. Utiliza los tornillos pequeños a ambos lados de donde estará el soporte, de manera que a la hora de atornillar el soporte no salten las páginas. Las hojas tenderán a deformarse, por lo que te recomiendo que ejerzas presión para evitar que ocurra. De lo contrario las hojas se verán onduladas, el libro se deformará y se verá un poco extraño. Te recomiendo también que estos tornillos los ajustes a mano, no con un aparato eléctrico (la imagen de abajo explica mejor).
Pon pegamento a los lados del soporte. Los tornillos que pusiste mantendrán las páginas unidas y el pegamento mantendrá las páginas unidas a la contraportada. Cierra el libro y pon varios libros pesados (o cualquier otro objeto pesado) sobre el libro. Deja que seque toda la noche.
Una vez que se haya secado, toma el libro, fija el soporte a la pared y atorníllalo.
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