Revista Historia

¿Cómo hacían los jíbaros para reducir las cabezas humanas ?

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

Cabezas reducidas de los jíbaros

Los Shuar, con más de 80.000 miembros, son una de las tribus más numerosas del Amazonas; aunque lo más probable es que os suenen más por el nombre que les pusieron los españoles, “jíbaros”, o por su antigua costumbre de reducir las cabezas de sus enemigos.

El pueblo de los Shuar, cuando antaño ganaban una batalla, tenían la costumbre de cortar la cabeza del “guerrero jefe” enemigo y reducirla al tamaño de un puño. Esto, según sus creencias, ayudaba a que el espíritu del decapitado no volviera para vengarse. Seguramente ya habréis visto alusiones a este ritual en libros o películas. Todavía a día de hoy hay mafias que lo siguen practicando a fin de vender las “tzantzas” – las cabezas reducidas – a coleccionistas e incluso museos.

Pues bien, hoy me ha salido la vena macabra y os explicaré como era este ritual. Como reducían los jíbaros las cabezas humanas.

* Obviamente lo primero que había que hacer era cortar la cabeza al enemigo.

* Con un cuchillo se hacía un corte desde la nuca hasta el cuello, con lo que después se estiraba de la piel a fin de separarla del cráneo. En este paso se retiraban los huesos y las partes blandas: ojos, cerebro, etc.

* El siguiente paso consistía en meter la cabeza – lo que quedaba de ella – en agua hirviendo durante unos 15 minutos. Con esto se conseguía hacer la reducción. Para que el calor no destruyese el pelo se le añadían al agua diferentes hierbas.

* En este punto había que dejar secar la cabeza, rasparla por el interior para eliminar los posibles restos de carne que quedaran y frotarla por dentro y por fuera con aceite de carapa.

* Se cosían el corte inicial hecho con el cuchillo, los párpados y la boca.

* A continuación, a fin de darse consistencia a la cabeza, se metía en su interior una piedra del tamaño de un puño o arena caliente.

* Finalmente se colgaba la cabeza sobre el fuego para desecarla poco a poco con el humo, a la vez que se le iba dando forma a la piel con una piedra caliente. En este proceso la cabeza acababa por reducirse. Después se retiraba la piedra o la arena y se teñía la piel de negro.

La fotografía que acompaña al artículo corresponde a una cabeza reducida que hay expuesta en el "Pitt Rivers Museum" de Oxford, Reino Unido.


Volver a la Portada de Logo Paperblog