¿Cómo interiorizan niños y niñas el espacio y el tiempo?

Estructuración del espacio
Hasta que el niño o niña no haya interiorizado su esquema corporal, no podrá asimilar la noción del espacio y el tiempo.
Autores como Piaget, afirman que la concepción del espacio en la etapa de 0 a 3 años se encuentra relacionada con todo aquello que alcance el campo visual del niño o la niña.
En el momento en que comience a andar su concepción se hará más amplia, capta distancias, direcciones, etc. A esta adquisición del espacio en la etapa de 0 a 3 años Piaget la denomina "espacio topológico".

Entendemos por estructuración espacial la forma en que la niña o el niño va a organizar y a diferenciar el mundo que le rodea: las personas y objetos que forman parte de su entorno. Es el proceso por el cual configuran el concepto del espacio en su esquema mental.
La estructuración espacial se va a asimilar poco a poco, empezando por planos y conceptos sencillos como, por ejemplo, alto, bajo, arriba, abajo, grande o pequeño. Para después comenzar con planos más complicados y difíciles para el niño o la niña como derecha e izquierda.
La distinción entre los conceptos de derecha e izquierda aparece en los niños y niñas primero en la acción (3 años), para más tarde aparecer en la representación de uno mismo y de los demás.
El niño o niña con tres años es capaz de realizar acciones a su derecha y a su izquierda, pero no sabe todavía cuál es su derecha o su izquierda y mucho menos la de los demás.
Con tres años y medio adquiere las nociones de morada y orientación de itinerarios simples.
Con cuatro años tiene las nociones de ciudad y de calle, se representa mentalmente itinerarios y emplea con bastante exactitud el vocabulario espacial.
Con cinco años, empieza a distinguir la derecha de la izquierda. Tiene pocas nociones de las relaciones geográficas, pero reconoce algunos límites específicos, sabe dirigirse por la calle.
Estructuración del tiempo
La percepción del tiempo, está íntimamente relacionada con la concepción del espacio, ya que el tiempo es captado de los movimientos rítmicos que se realizan en el espacio.
Su interiorización será posterior a la estructura espacial puesto que el espacio, es una percepción material y propicia su interiorización mientras que el concepto de tiempo es algo más abstracto y por tanto mucho más complicado de asimilar.
El aprendizaje del tiempo del niño o la niña lo consiguen a través de rutinas que asimilan desde pequeños, desde que nacen, tienen hora para comer, dormir, ir al colegio, etc.
¿Verdad que el concepto de ritmo tiene mucha relación con el concepto de tiempo?
Ritmo
Para que exista una correcta percepción temporal es necesario que el niño o la niña posean una buena coordinación en la que el tiempo quede marcado de forma gradual. Esto se consigue gracias al ritmo.
El ritmo está relacionado en el espacio y el tiempo. Éste se convierte en el medio a través del cual niños y niñas interiorizan y comprenden estos conceptos.
Sin la intervención del ritmo, la comprensión de estos conceptos les resultaría demasiado compleja para asimilarla, pues requiere la adquisición de estructuras cognitivas más complejas.
A modo de ejemplo, podemos decir que cada niño o niña irá comprendiendo el concepto de tiempo a través de movimientos regulares: rápidos, lentos, ...
Podemos diferenciar dos tipos de ritmos:
1. Ritmo corporal, relacionado con la actividad de nuestro propio cuerpo, por ejemplo, andar, correr, respirar, etc.
2. Ritmo Interior, en función de aspectos psicológicos como son las relaciones con el espacio o el tiempo.
Las niñas y niños adquieren el ritmo desde el nacimiento, el bebé lo realiza de forma espontánea y más adelante, en el tercer o cuarto mes podemos observar cómo éste golpea con un objeto o incluso con sus extremidades una superficie de forma rítmica.
Su desarrollo estará relacionado con la cantidad de estímulos externos que reciba durante los primeros años de vida y por supuesto con su capacidad de realización de movimientos.
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