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Cómo perseguir tus sueños sin dejar de pisar la tierra

Por Lorena White @lorenagwhite

No sé si has cumplido alguno de tus sueños en tu vida. No sé si era lo que te esperabas, si te conformaste con ese sueño o si seguiste yendo tras otros, en una eterna persecución. No sé ni siquiera si tienes sueños que perseguir o si eres de esos pesimistas que creen que los sueños no pueden hacerse realidad (o de esos sobre-optimistas que piensan que con soñar algo con mucha fuerza, acabarás cumpliéndolo).

El caso es que yo soy de las que creo en los sueños y de que creo que no vale con soñar fuerte (sino más bien con trabajar fuerte y dedicarte fuerte) para conseguirlos, y por eso hoy te traigo 5 verdades (quizá dolorosas si todavía creías que este mundo era Disney) acerca de perseguir tus sueños.

perseguirtusueños

Sí, ya sé que hace unos días te insté a que vieras películas que seguro que te inspirarían a la hora de perseguir tus sueños, pero recuerda que estaba hablando de inspiración, no de trabajo. La inspiración y la motivación son necesarias para lograr cualquier objetivo, el camino, en fin, siempre es un poco más complicado (pero, por supuesto, mucho más divertido) que cualquier forma de imaginárselo.

1. Tienes que tener un plan B (y un plan C y un plan D…)

No sé cómo has trazado el plan para conseguir tu sueño, pero estoy casi segura al 100% de que ese plan fallará. Generalmente, porque planeamos sobre lo desconocido, sobre aquello que creemos que seremos o no capaces de hacer, o sobre la percepción que tenemos de nuestro sueño y de nosotros mismos. Por eso siempre está bien no bloquearse ante la idea de cambiar el plan. Al fin y al cabo, si la meta vale realmente la pena, hay muchas letras en el abecedario para fallar.

2. Con P de Persistencia

No he conocido a nadie en mi vida que haya cumplido su sueño sin ser la persona más terca, cabezota y perserverante del mundo. No rendirse a la primera, volver a intentarlo una y otra vez, no frustrarnos cuando estemos a punto de rozar nuestro objetivo con los dedos y caigamos o seguir adelante, sacrificando todas esas cosas que tocará sacrificar por el camino (porque sí, amigos, el camino a través del cual persigues un sueño no es un camino de rosas, precisamente), son algunas de las claves de la gente Persistente. La única con el valor suficiente como para afrontar (y enfrentar) la cruda realidad una y otra vez, para salir fortalecido de cada aprendizaje (por doloroso que sea).

3. Te llevará más tiempo del que crees

A no ser que seas muy, muy, muy afortunado (y yo creo que ni en ese caso seguramente), debes saber que un sueño no se consigue de la noche a la mañana. Así que si te has hecho un plan pensando que tardarás un tiempo estimado en conseguirlo, sean meses o años, olvida esa estimación y sácala del plan. Sólo conseguirás frustrarte cuando veas que el calendario avanza y tú sigues todavía demasiado lejos. Piensa que los sueños son mucho más que pequeños objetivos a corto plazo, visualiza lo que sería de ti si lo consiguieras y después, sé realista, hasta ese punto no se llega de un día para otro.

4. Muchas veces tus excusas van a ser más fuertes que tú

La batalla entre las excusas y el ponerte a ello de una vez (y aquí hablo de sueños y de casi cualquier cosa) es una guerra que tienes perdida desde el principio que te la planteas, pero que puedes ganar batalla a batalla. Todos, en algún momento, necesitamos ser comodones y estar tranquilos, parar de luchar por un momento y ver las cosas con perspectiva, vale. Pero de ahí a escudarnos en el “no veas lo complicada que está la situación”, “es que nadie tiene trabajo”, “es que llueve”, “es que hace frío”, “es que no hay café”, “es que  no tengo tiempo”… y similares, va un trecho. Recuerda, porque eres humano, que excusas vas a tener a millones. Sueños, quizá, no tengas tantos. Y tiempo para conseguirlos, en realidad, mucho menos del que te imaginas ;)

5. Nunca vas a parar de perseguir sueños

Puedes conseguir un sueño, pero cuando te sorprendas de que no se te aparece un coro de arcángeles cantando y que ese día tu mente te diga “quiero más”, habrás descubierto que los humanos estamos hechos de pequeñas satisfacciones y que nunca, nunca, debería ser suficiente. Sobre todo si hablamos de soñar.

Hasta el lunes, almas cándidas :)

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