Son muchos los peques que, durante el verano, sufren los síntomas de las infecciones de oído.
Unas dolencias que pueden aparecer por motivos muy diversos y que hacen acto de presencia cuando los gérmenes se introducen en esta delicada área del cuerpo.
¿No sabes cómo puedes prevenir las infecciones de oído en los niños? ¡En Trucos de salud caseros te damos algunos consejos!
Una buena higiene
Mantener tus oídos y los de tu chiquitín limpios y secos te ayudará a evitar la aparición de bacterias y hongos.
¡Pero ojo! Para lavar esta sensible zona no debes usar bastoncillos u otros objetos que se introduzcan dentro de las orejas, ya que podrían provocar la acumulación de cerumen y la aparición de tapones y otras afecciones.
Para realizar una correcta higiene, lo único que hay que hacer es limpiar la parte externa del oído, es decir, el pabellón auditivo, ya que este órgano expulsa el exceso de cerumen al exterior por sí mismo.
Para ello, puedes utilizar un bastoncito de algodón con cuidado para evitar que penetre en la oreja o una gasa para retirar los restos de agua y jabón al salir de la ducha.
Tapones para la piscina
El agua de las piscinas puede ser muy traicionera. Para evitar que los baños veraniegos traigan consigo infecciones de oído, lo más recomendable es que acudas a una farmacia y adquieras unos tapones adecuados a la edad y a las orejitas de tu pequeñín.
Lactancia materna
Dar el pecho a los bebés durante, al menos, sus tres primeros meses de vida ayuda a prevenir la aparición de otitis e infecciones de oído. ¡Apuesta por la lactancia materna!
Expulsar la mucosidad
Aunque los bebés son demasiado pequeños para sonarse los mocos, es importante enseñarles a desempeñar esta acción lo antes posible.
De este modo, evitarás que la mucosidad se traslade de la nariz al oído.