La Organización Mundial de la Salud asegura que la depresión es un trastorno mental que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo. De hecho, actualmente es la principal causa mundial de discapacidad, y además es un trastorno que afecta más a mujeres que a hombres.
En muchas ocasiones los signos de depresión aparecen ante un acontecimiento significativo en nuestras vidas como la pérdida de un ser querido, quedarnos sin trabajo, una enfermedad, etc. En la adolescencia puede desencadenarse por algún fracaso amoroso, intelectual, separación de los padres, et., creando apatía, falta de interés por la vida…Este trastorno puede ser algo grave si se prolonga en el tiempo ocasionando mucho sufrimiento y provocando verdaderos problemas para compatibilizar la vida laboral, escolar o familiar. Actualmente existen tratamientos eficaces contra la depresión, sin embargo la OMS asegura que en muchas ocasiones los afectados no los reciben porque en muchos países la falta de profesionales de la salud especializados capaces de detectar este problema es insuficiente y no se evalúa de forma correcta, de modo que un número levado de personas con depresión no se diagnostica.En los casos más extremos la depresión puede llevar al suicidio, por ello es importante que el médico realice un diagnóstico preciso para detectar posibles conductas suicidas, distinguir los síndromes depresivos reactivos (que pueden ser largos, pero pasajeros), y tomar las medidas necesarias en cada caso.