Vine, la nueva red social para difundir vídeos de seis segundos, puede cambiar nuestros planes de comunicación 2.0. Pero, primero, tendrá que mejorar.
Vine tiene potencial pero aún le
queda mucho camino por recorrer
Tan sólo 48 horas después de que se hiciera oficial el lanzamiento de Vine, la aplicación de Twitter para compartir vídeos, ya podíamos encontrar un elevado número de artículos y post que hablaban de esta herramienta.
En nuestra cocina, hemos preferido esperar un par de días más para “vinear” a fondo y contaros lo que nos gusta y nos disgusta de esta nueva plataforma. ¿Os hacéis una idea de la revolución que supuso el paso de imprimir noticias en papel a difundirlas a través de la televisión? Pues consideramos –evidentemente, a menor escala– que Vine puede producir un efecto similar en las redes sociales. Por supuesto, no a corto plazo pero con una estrategia adecuadamente orientada llegará a revolucionar el mundo de la comunicación 2.0. Sí, es cierto, en líneas generales, el formato nos resulta bastante familiar si pensamos en Youtube, en su seguidor Vimeo e, incluso, en los hangouts de Google+, pero la velocidad con la que se puede viralizar un vídeo de menos de seis segundos –el tiempo máximo que, recordemos, deja grabar Vine- abre un infinito abanico de posibilidades para el marketing on line. Sé ingenioso, prepara un contenido atractivo, que conmueva a tu público e Internet se encargará de hacer el resto. En menos de diez minutos, tu anuncio habrá dado la vuelta al mundo. Aunque también hay que considerar el riesgo de la otra cara de la moneda: que nadie te pille en un desliz, porque tu negocio se podría ir al traste en un par de segundos. Ahora bien. Existe algo que nos llama, y mucho, la atención…¡¿Cómo que no se puede “vinear”?! Es decir, abrimos Vine, grabamos un vídeo y tenemos la opción de colgarlo en la propia plataforma y/o de vincularlo, directamente, con nuestros perfiles de Twitter y Facebook. Pero, ¿qué sucede si me encuentro con una secuencia que ha despertado mi atención y quiero hacerla extensible a mis seguidores? O yo me estoy equivocando o la respuesta es “absolutamente nada”, porque sólo existe la posibilidad de manifestar que ‘nos gusta’ o dejar algún comentario. En estos momentos, me siento como si tuviera un Mercedes y sólo pudiera conducirlo para ir a visitar a mis vecinos. No nos termina de convencer, el hecho de que cualquier persona pueda ver nuestros vídeos (gente de Michigan, Kansas y Moscú han comenzado a seguirme tras ver mi primera publicación) y que también se acceda a los del resto del mundo sin distinción. Se trata, sin duda, de una forma de llegar a un mayor número de “vineos” pero, a lo mejor, la clave de nuestra estrategia es alcanzar a un público definido y que la competencia no encuentre facilidades para descubrir nuestros secretos.Qué es lo que más nos gusta de Vine:
- Que una imagen vale más que mil palabras y que si, encima, tiene movimiento y sonido significará mucho más.
- Que nuestro anuncio puede traspasar fronteras y abrir mercados a kilómetros de distancia.
Qué es lo que menos nos gusta de Vine:
- ¡Que no se puede "Vinear"!.
- Que, por ahora, sólo está disponible para Iphone.
- Que necesitamos estadísticas para medir el impacto de nuestro videomarketing.
¿Qué serías capaz de contar en seis segundos? ¿Crees que esta herramienta puede revolucionar el concepto de redes sociales?