Revista Ciencia

Cómo reaccionar cuando un paciente busca una tranquilidad excesiva

Por Davidsaparicio @Psyciencia

Como terapeuta, es probable que hayas enfrentado esta situación: un consultante preocupado hace una pregunta repetidamente en un intento inútil de calmar su ansiedad. Y por momentos quedas atrapado en el deseo de proporcionarle tranquilidad con explicaciones que solo aumentarán su angustia.

Si bien buscar la tranquilidad de los demás es parte natural de las relaciones, se vuelve poco útil cuando las preguntas buscan aplacar su ansiedad, especialmente cuando el reaseguro en sí mismo es uno de los principales factores que mantienen el problema y generan un ciclo infinito de búsqueda de reaseguro y aumento de la ansiedad. En estos casos, proporcionar un exceso de tranquilidad refuerza el ciclo de la ansiedad. Entonces, ¿cómo respondes a estas preguntas cuando el paciente está claramente angustiado?

Aquí hay 3 pasos que pueden ayudarte a no caer el ciclo infinito del reaseguro-ansiedad:

Paso 1: Valida la emoción detrás de la pregunta. Es probable que tu cliente se sienta ansioso y abrumado, y hacerles saber que entiendes esto puede ayudar a generar confianza.

Paso 2: Nombra el proceso. Reconoce el patrón de hacer repetidamente la misma pregunta y hazles saber que aunque obtener una respuesta puede sentirse bien en el momento, es poco probable que calme su ansiedad a largo plazo.

Paso 3: Comunícales con compasión que te abstendrás de responder a la pregunta. Observa si están dispuestos a cambiar de enfoque sin obtener una respuesta resuelta, o si pueden encontrar una respuesta “suficientemente buena” ellos mismos. Si esto resulta difícil, puedes sugerir que pospones la respuesta a la pregunta o que solo la respondes parcialmente. Esto podría ser algo así como decir: “Esta es la tercera vez que preguntas si está bien que llegaste tarde hoy. Veo que te sientes bastante ansiosa al respecto y que obtener una respuesta se siente urgente. Quiero hacer lo mejor para ti, así que me gustaría que experimentemos cómo se siente si no respondo esa pregunta, especialmente porque ya he respondido. ¿Estás dispuesto a ver cómo se siente eso?” Con el tiempo, puedes acortar esto a “preguntado y respondido” o de manera irreverente decir “¡quizás nunca lo sabrás!”

Este artículo está basado en el newsletter QuickTips for Therapist de la editorial New Harbinger.


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