Revista Comunicación

¿Como reaccionarías ante esta carta de un cliente?

Publicado el 15 julio 2014 por Jose Salgado @exelisis
Como reaccionarías ante esta carta de un cliente

El post de hoy va a ser fácil, he tenido la ocasión de ver la carta de agradecimiento de un cliente a una empresa y es una de esas ocasiones dónde ves que han quedado realmente satisfecha con el producto y el trato. Os la pongo a continuación para que podáis comprobar hasta que punto estaban contentos y os pregunto, si recibís un mensaje de un cliente de este tipo, ¿que haríais?, premiaríais al cliente con algún descuento, premiaríais la persona que gestionó el pedido con ellos, promocionaríais esta carta en vuestro blog y redes sociales, o no haríais nada en absoluto.

Somos Laura y Elena. No sé si os acordaréis de nosotras pero fuimos a buscar algunas cositas por vuestro showroom. Os escribimos para contaros un poco cómo fue la fiesta de nuestros hijos que cumplían 6 años. Si queréis podéis publicarlo en vuestro blog, tanto las fotos como el texto.

Decidimos montar la fiesta con la temática pirata y teníamos claro que queríamos hacer el máximo de cosas manualmente.

Lo primero con lo que se encontraban los papás y los niños al llegar a casa eran unos pañuelos pirata colgados en el cordel rojo y blanco que compramos en LFDO. Hicimos dos pañuelos en blanco para los “capitanes” (los cumpleañeros) y el resto en negro para los “grumetes” (los invitados). Cuando entraban en casa, se podían poner el pañuelo y pintarse la cara (con ceras rojas y negras). Les sugerimos parches, barbas, bigotes, cicatrices, coloretes… Para elaborar estas bonitas bandanas, compramos tres pañuelos en los chinos, los cortamos con unas tijeras para dejarlos del tamaño de las cabezas de los niños e hicimos una plantilla en cartulina (dibujada a mano alzada y “troquelada” con cutter) para pintar por encima y que la calavera que queríamos se quedara como si fuera una especie de sello; negra sobre la tela blanca y blanca sobre la tela negra. La pintura, la fuimos a buscar al CREA DECORA RECICLA del Mercantic en Sant Cugat. Se trata de chalk paint, una pintura que va de cine para pintar sin casi esperar al secado para dar una nueva mano sobre todo tipo de superficies.

Para nosotras, la mesa en la terraza también era muy importante. No sólo nos servía para poner todas las cositas que comerían y beberían los niños sino que también era el centro de nuestra decoración. Sobre la mesa colgamos la guirnalda blanca que nos llevamos de LFDO. También en este caso pintamos y alternamos una estrella en rojo, líneas horizontales también en rojo y una calavera algo distinta de la de los pañuelos en negro. Creamos plantillas con cartulina de la misma forma exacta de la banderola y el troquelado que nos interesaba para dar ese aire pirata y marinero que buscábamos.

Otros elementos de los que estamos muy orgullosas son las cajas. Son simples cajas de fruta que nos regalaron en una frutería y que decoramos en rojo y blanco jugando con el contraste de la estrella al contrario del color de la propia caja. Las usamos para disponer las patatas y ganchitos que no pueden faltar en ninguna fiesta, usando como “separadores” los papeles de seda que nos llevamos de LFDO.

Hicimos otro experimento: un árbol de chuches. Al ser la primera vez tuvimos varios problemas de estabilidad pero la próxima vez seguro que nos sale mejor. Nuevamente, en los chinos compramos bolas de pórex, unos maceteros sencillos, palos y palillos. Las chuches son del DIA, porque son muy económicas y vienen en bolsas grandes. La idea es clavar con palillos en la bola de pórex las moras, forrar el palo del árbol con washi tape y rellenar todo el tiesto con lacasitos o M&M’s. El problema fue la estabilidad porque nos dimos cuenta que la base escondida debajo de los lacasitos no era lo suficientemente pesada, ni ancha y el palo que hacía las veces de tronco del árbol no era tampoco lo suficientemente ancho.

Decidimos también personalizar las cucharitas de madera con los nombres de los invitados. Y como somos muy fans de LFDO, el resto de elementos que compramos en la tienda hicieron su trabajo perfectamente, aportando un resultado estupendo: los platos con motivos pirata y los rojos, los confetti (que sirvieron para hacer una pequeña guerra de bucaneros), las cañitas, los vasitos y el mantel rojos, los vasos transparentes con las cúpulas en las que los nenes se bebieron más de dos litros de Cacaolat, las bolsitas marrones que arrugamos y llenamos de regalices rojas y negras como si fueran monedas de un tesoro, las otras bolsitas con motivos piratas que fueron destinadas a las palomitas, sandwiches, galletas, compramos unos burbujeros… Todo lo necesario para que los niños se lo pasaran bien y comieran por los ojos.

Y por supuesto, no podían faltar los pasteles. Nos decidimos por una receta súper sencilla para hacer un pastel de chocolate en crudo (no queríamos complicarnos con el horno) que luego se congela y queda fantástico. Atención porque va con sorpresa. Se hace una masa con harina de galleta, mantequilla y ¡petazetas! Esa masa se pone en el fondo del molde que queramos y para solidificarla un poco la ponemos en el congelador. Mientras, se funde chocolate negro y chocolate con leche y se va atemperando hasta que quede brillante y desecho. Y por otro lado, se calienta un poco de nata de cocina y, cuando arranca a hervir, se le añade pulpa de maracuyá, se apaga el fuego y se deja infusionar al menos cinco minutos. Colamos la nata, la añadimos poco a poco al chocolate y cuando esté todo integrado, se vierte sobre el molde y a congelar. Por encima se puede decorar con petazetas forrados de chocolate, con tierra de galleta… con lo que se quiera. Y, por supuesto, con las fantásticas decoraciones y velas que compramos en LFDO ;) No satisfechas con todo ello, nos lanzamos a comprar en los chinos unos cofrecitos de madera de un euro que pintamos a conjunto con el resto de elementos y que rellenamos con algunas sorpresitas. Los cofres fueron el toque especial en los platos en los que presentamos los pasteles.

Finalmente, piratas al agua: encima de la piscinita de la terraza pusimos globos atados con el cordel rojo y blanco. Eran unos globos que no “pegaban” mucho con la decoración porque los reciclamos de otra fiesta pero cumplieron su función. Los niños saltaron en la piscina para intentar atraparlos y acabaron explotando por estar al sol tanto tiempo: no hay fiesta que se precie en la que no acaben explotando todos los globos.

Película: Matilda

Esto es un resumen del artículo ¿Como reaccionarías ante esta carta de un cliente? escrito para Exelisis. Visita la web para más información y compártelo si crees que es interesante.


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