
El verano se asocia a primera vista con una etapa idílica de descanso. Sin embargo, el verano también supone hacer frente a algunas asignaturas pendientes a nivel emocional. Si tienes una baja autoestima, es posible que sufras complejos físicos e inseguridades que salen a la luz con más fuerza en una época del año en la que el cuerpo cobra un protagonismo especial.
¿Cómo reconciliarte con tu cuerpo y con la imagen que ves en el espejo? Aquí tenéis algunos consejos para mejorar tu autoestima:
- La presión por la belleza es especialmente dura con las mujeres. Desde las publicaciones de moda y belleza se ofrece un prototipo de chica caracterizada por una extrema delgadez. Conviene tener personalidad para entender que ese tipo de imágenes no reflejan la realidad total de tantas mujeres que tienen curvas y un cuerpo saludable. (¡Por no hablar de los efectos del Photoshop!)
- Existen muchas personas que se miran con frecuencia en el espejo. Es un gesto de coquetería que puede ser positivo. Pero siempre, con prudencia. El espejo también se puede volver tu enemigo cuando te miras hasta el límite de la obsesión. En ese caso, se produce el efecto lupa: los pequeños defectos parecen gigantes.
- La verdadera perfección está en la forma de mirar. Por tanto, aprende a valorar tu belleza natural. Todas las personas tienen algún rasgo bonito.
- No te amargues el verano pensando en dietas milagro y en la operación bikini. Disfruta de tus vacaciones y del buen tiempo para relajarte, compartir tiempo con tu familia, nadar en la piscina, hacer excursiones de fin de semana y ser un turista en tu propia ciudad.
- No te compares con nadie. Cuando veas a una persona muy guapa, disfruta de esa belleza porque el placer estético genera bienestar. Deja de lado cualquier tipo de envidia porque ningún ser humano se reduce a su apariencia física.
- Apuesta por una dieta saludable y bebe abundante agua para cuidar tu cuerpo.
- El verano es una época muy positiva para realizar ejercicio físico, caminar en bicicleta y nadar. El deporte no sólo te ayuda a estar en forma, sino que además, también te sientes mejor por dentro.
- Disfruta de la playa. Cuando tengas la sensación de que todos los demás te están mirando, relativiza y piensa, que nadie es el centro del mundo.
- Cultiva tu mundo interior y tu belleza interna: lee libros, disfruta del buen cine, aprende de tu interlocutor en una conversación… Es un riesgo idealizar la belleza física y considerar el atractivo corporal como un valor absoluto ya que la juventud no es eterna.
- Organiza una tarde de tiendas en las rebajas para actualizar tu armario con prendas que se adapten a tu estilo y personalidad.
Maite Nicuesa Guelbenzu para 3Contigo Coaching

