Definitivamente, nuestra mente puede ser nuestro mejor amiga, o en caso contrario, nuestra peor enemiga.
Por un lado, podemos lograr cosas increíbles si absorbemos todo su potencial, usándola de la mejor manera. Sin embargo, puede llegar a convertirse en nuestra peor pesadilla, creando impenetrables barreras mentales de las que incluso, puede que no estemos conscientes.
Las barreras mentales, pueden empeorar nuestra calidad de vida, hasta el punto de ser un obstáculo para la consecución del éxito, la autoconfianza y la propia felicidad.
Porque quienes somos, o quienes pensamos que somos, descansa en gran medida en los muros que inconscientemente hemos construido en nuestra mente. Y estos muros son límites autodefinidos, que restringen nuestro potencial a su más mínima expresión.
Estas barreras mentales pueden manifestarse en forma de miedo, duda, desconfianza, incredulidad, ira, odio, nerviosismo, juicios fuera de valor, etc.
Pero para destruir dichos muros, es imprescindible desaprender, para luego aprender a tener nuevos hábitos de pensamientos que puedan equilibrar la balanza en la ecuación pensamiento-emoción-acción.
¿Pero cuál es el origen de esas barreras mentales?
La respuesta está en la programación que hemos sido sujetos desde la infancia. Es decir, puede que en la niñez hayas sufrido ciertos traumas que no te permiten desenvolverte bien en tu vida personal. Sin embargo, en la adolescencia y en la etapa adulta, también pueden surgir barreras mentales, debido a algún evento devastador, sufrir algún engaño, etc.
Lo cierto es que si estos muros mentales son creados en la etapa infantil, el reto para eliminarlos es aún más difícil, pero no es imposible.
Por otro lado, construimos estas paredes invisibles, para protegernos del dolor y del riesgo. Porque en general, la recompensa de tener una vida mejor, abundancia, seguridad en uno mismo, éxito, etc., está relacionado precisamente con el hecho de tomar riesgos: al crear un negocio, al tomar decisiones importantes, etc. Y por lo tanto, eso supone ir más allá de nuestros propios límites auto infligidos.
Si aún sigues leyendo, seguro es porque te sientes identificad@ con todo lo que he dicho anteriormente en este artículo. Y si es así, te exhorto a que pienses que sí se puede reprogramar de nuevo tu mente subconsciente para romper definitivamente esas barreras mentales.
Lo importante es reconocer primero que todos nosotros podemos crear nuestra realidad. Si piensas que tienes creencias limitantes o barreras mentales, te doy un dato, puedes eliminarlos. Pero sabiendo que es un proceso que, dependiendo de cada persona, toma un tiempo prudencial para ello.
Por lo general, puedes llegar a crear un hábito en 30 días aproximadamente. Por lo que puedes reprogramar tu mente con ciertas afirmaciones que te ayudarán en esa labor. Afirmaciones como “soy una persona alegre y optimista”, “puedo lograr todo lo que me propongo”, “me siento segur@ conmigo mism@”, etc.
Te sugiero que escribas las afirmaciones positivas que más se identifiquen contigo, y que desees internalizar en tu mente para cambiar ese patrón negativo que arrastras desde el pasado. Luego, repítelas todos los días, si es posible al levantarte y antes de acostarte. Siempre en tiempo presente.
De esta manera, irás eliminando cada uno de esos ladrillos que sustentan esas paredes, hasta hacer que caigan por sí solas.
Porque cada muro que caiga de esa prisión imaginaria que padeces, te proporcionará mayor confianza, y por lo tanto, será para ti como una infusión más de motivación. Y una vez que estés libre de esas barreras mentales, el mundo se abrirá ante ti para conquistar aquello que estuvo siempre más allá de tus propios límites.