En el artículo de hoy vamos a poner el foco sobre las malas praxis en el terreno médico. Quizás usted ha sido víctima o algún familiar o amigo de una posible imprudencia médica y requiere de asistencia letrada. Nuestro despacho de abogados Málaga está especializado en muchas áreas del derecho y especialmente del derecho penal, en el que podría enmarcarse este tipo de negligencias.
Pero hay que saber distinguir varios conceptos.
Mala praxis
Dentro de este grupo hay tres variantes. La imprudencia, la impericia y la negligencia médica propiamente dicha. Ésta última ocurre cuando el facultativo o médico ha actuado al margen de las normas de su profesión médica. Se trata de descuidos en su forma de actuar o por omisión consciente, dejando de cumplir un acto que su deber funcional exige. Si tiene como consecuencia un daño, es punible judicialmente y usted puede contar con el asesoramiento de nuestro equipo de profesionales para analizarlo y detectarlo.
Imprudencia médica
En este caso, hablamos de acciones del personal sanitario que entran dentro del terreno de lo considerado como temerario. Son constitutivos de delito igualmente, punible, inexcusable y defendible por Bufete de Damas en Málaga. En el caso de impericia médica estaríamos hablando de eso precisamente, de falta de pericia en el ejercicio de sus funciones sanitarias, que se traduce en una falta de sabiduría en la ejecución de su trabajo, causando perjuicio en el paciente.
Negligencias médicas más comunes
Los casos más comunes son aquellos que tienen que ver con una exceso de confianza por parte del facultativo, que banaliza el cuadro clínico que se le presenta y lo acaba considerando de poco calado, sin ser consciente de los riesgos y complicaciones que puede comportar el síntoma que presenta. Al actuar con el principio de prevención, el médico estará incurriendo en una imprudencia, que como hemos visto ya es punible y defendible.
Otro de los casos que se producen con mayor asiduidad es el de la impericia por falta de formación del personal sanitario, lo que hace que no diagnostique el problema adecuadamente, con consecuencias nefastas para el paciente.
El tercer caso más común de negligencia médica tiene que ver con prescripciones de medicamentos sin tener en cuenta las consecuencias que puede tener en el organismo del enfermo porque no ha estudiado bien sus síntomas. Si el médico no ha profundizado en el estado médico de su paciente puede que esté administrándole una medicación equivocada que aumente sus riesgos.
Los casos de omisión de información al paciente o los errores en las intervenciones quirúrgicas ocupan el cuarto lugar en este ranking. Sobre todo cuando el error es humano usted tiene derecho a que se le defienda de una mala praxis. En nuestro despacho de abogados hemos defendido ya muchos casos de este tipo y valoraremos su situación concreta sin compromiso.