Revista Psicología

¿Cómo se manifiesta el estrés laboral en el teletrabajo?

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
¿Cómo se manifiesta el estrés laboral en el teletrabajo?

A partir de las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia de COVID-19, muchas organizaciones se han visto en la obligación de implementar el teletrabajo como condición para continuar desarrollando sus actividades. A grandes rasgos, el teletrabajo puede entenderse como una modalidad de empleo en la que el trabajador, previo acuerdo con el empleador, desempeña sus funciones y tareas fuera del espacio organizacional, utilizando para ello las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs).

No son pocos los autores que señalan las múltiples ventajas asociadas al teletrabajo. Entre ellas, se encuentra la posibilidad de alternar las demandas domésticas y laborales, la disminución del tiempo de desplazamiento casa-trabajo, la autonomía en la planificación de las tareas y la disminución de gastos de transportación y alimentación. Independientemente de estos beneficios, un manejo inadecuado del teletrabajo puede traer consecuencias negativas que, a mediano y largo plazo, interfieren en el desempeño de los trabajadores y en el logro de las metas de la organización.

Uno de los principales riesgos que enfrentan las organizaciones que implementan el teletrabajo, es el estrés laboral. Si te encuentras teletrabajando, o si te interesa el tema, te invitamos a que sigas leyendo.

¿Qué es el estrés laboral?

Este puede definirse como el conjunto de reacciones físicas y psicológicas que aparecen en el trabajador ante situaciones en que las demandas que se le presentan, exceden sus capacidades y recursos personales. Aparece entonces una sensación de presión y sobrecarga psicológica, como resultado de la incapacidad para responder de forma efectiva a las exigencias laborales.

¿Cuáles son los factores estresantes asociados al teletrabajo?

Tecnoestrés: Teniendo en cuenta que el teletrabajo se sustenta en el uso de las TICs, el trabajador no solo se enfrenta a las demandas propias de su cargo o puesto de trabajo, sino también a las constantes innovaciones que tienen lugar en el mercado tecnológico. Una insuficiente capacitación en el manejo de estos medios, puede generar sobrecarga, así como sentimientos de impotencia e inutilidad.

Dificultades para conciliar las responsabilidades familiares y laborales: Aunque este aspecto ha sido señalado como uno de los principales beneficios del teletrabajo, lo cierto es que puede convertirse fácilmente en una condición generadora de estrés. Cuando la jornada laboral transcurre en el hogar, pueden presentarse dificultades para distribuir el tiempo entre las tareas domésticas y las relacionadas con el trabajo. Asimismo, para muchos trabajadores resulta complejo establecer límites a lo interno de la familia, con el fin de hacer respetar su tiempo y su espacio.

Imprecisión en los horarios de trabajo: El trabajo presencial suele tener horarios bien definidos, sin embargo, en el teletrabajo, la administración del tiempo recae en el trabajador, generando en muchos casos, incertidumbre respecto al régimen de trabajo y descanso a seguir.

Escasez de normativas que regulen el teletrabajo: Una de las principales preocupaciones en torno a esta modalidad de empleo, es la baja disponibilidad de normativas que la regulen. Aunque la Organización Internacional del Trabajo establece algunas disposiciones generales, aún queda mucho camino por recorrer en este sentido, sobre todo teniendo en cuenta que en muchos países esta es una modalidad de reciente aplicación.

Ambiente físico y condiciones materiales de trabajo inadecuadas: Trabajar en el hogar implica una readaptación del espacio personal. Si el teletrabajador no cuenta con el espacio, el mobiliario, la iluminación y la ventilación adecuadas, podrá fácilmente sentirse física y mentalmente sobrecargado.

Efectos negativos del aislamiento: El aislamiento puede resultar un arma de doble filo. Si bien es innegable que protege nuestra salud ante la pandemia, un manejo inadecuado puede traer efectos perjudiciales para nuestro bienestar físico y mental, pudiendo provocar estrés como estado disfuncional asociado.

Son muchas las medidas que pueden tomarse para prevenir el estrés en el teletrabajo. No obstante, hay que tener en cuenta que la responsabilidad en la toma de acciones debe ser compartida. Si bien son los directivos los principales encargados de la implementación de medidas y de la coordinación de la actividad laboral, los trabajadores pueden y deben asumir una posición proactiva en la trasformación de su entorno y en la construcción de su bienestar.

Recomendaciones generales para prevenir el estrés en el teletrabajo

Para las organizaciones
  • Evaluar la aptitud de los trabajadores para el teletrabajo, teniendo en cuenta sus competencias y su experiencia en el cargo.
  • Capacitar a los trabajadores de cara a las nuevas exigencias que plantea el teletrabajo, especialmente en materia de manejo de las TICs.
  • Asignar los roles de forma clara y teniendo en cuenta las capacidades individuales.
  • Garantizar las condiciones materiales necesarias para un desempeño adecuado, incluyendo equipos, tecnologías y conectividad.
  • Asignar plazos de entrega razonables y flexibles, evaluando periódicamente su pertinencia.
  • Crear espacios virtuales que permitan a los trabajadores resolver conflictos, compartir inquietudes y plantear sugerencias para mejorar la calidad del trabajo.
  • Fomentar una relación de apoyo entre supervisores y trabajadores.
  • Informar a los trabajadores sobre los riesgos psicosociales presentes en el teletrabajo y cómo prevenirlos y manejarlos.
  • Crear espacios virtuales donde los trabajadores puedan mantener el contacto diario.
Para los trabajadores
  • Establece horarios de trabajo bien definidos en el hogar.
  • Planifica las tareas diarias de forma realista.
  • Asegura horarios de descanso dentro de la jornada laboral.
  • Solicita ayuda de otros compañeros cuando se requiera.
  • Establece límites con los miembros de la familia, para evitar interrupciones en el horario de trabajo.
  • Mantén la higiene y organización en el entorno de trabajo.
  • Mantente físicamente activo en la medida de lo posible.

Estas recomendaciones no son una receta a seguir. Hay que tener en cuenta siempre el contexto de cada organización, así como la situación personal y las estrategias de afrontamiento de cada trabajador. Cualquier medida que se tome para prevenir la aparición del estrés laboral, debe adaptarse a dichas particularidades.


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