Imagínense que tienen que hacer una presentación en público bajo las siguientes circunstancias: a) se realiza en un congreso a la hora de la comida b) se realiza en la misma sala habilitada para que los congresistas tomen sus sandwiches c) se dispone de 5 minutos de exposición d) la presentación se inserta en el medio de otras 20 más que van todas encadenadas. Complicado panorama, ¿verdad? ¿Cómo conseguir que la gente preste atención a lo que se tiene que decir?
Esta situación se me dio hace poco más de un año, cuando tuve que presentar este blog dentro del I Congreso Nacional de la Blogosfera (Madrid, junio 2010). Hoy quiero contarles cómo abordé esta complicada situación, por si mi experiencia puede serles de utilidad para circunstancias en las que es difícil captar la atención de la audiencia.
Cuando me pasaron las condiciones de presentación, lo primero que hice fue ponerme en “contexto” e imaginarme el escenario. Me imaginé a todos los congresistas haciendo grupitos y hablando distendidamente, al tiempo que degustaban sus tentempiés. Me imaginé una sala llena de ruido, con la gente moviéndose de un lado para otro. Y me imaginé, finalmente, a un triste ponente en una esquina, con su powerpoint, tratando de exponer un tema sin que nadie le hiciera caso. Ese era el problema y había que encontrar soluciones.
Lo primero era captar la atención del público ofreciendo algún elemento “rupturista” que provocara el silencio en la sala. Después de la sorpresa inicial debería venir algo de intriga, porque de lo contrario rápidamente se volvería a la situación anterior y el efecto sorpresa no valdría para nada. Después de la intriga tendría que irse aclarando el asunto, y es aquí en donde mi exposición verbal jugaría ese papel. Y si además la presentación se pudiera “decorar” con elementos emocionales que despertaran emociones positivas (alegría, sonrisa, etc), mejor que mejor. Por algún lado había que meter dinamismo y algo de música.
Y aquí tienen el resultado final: (pinche aquí para ver el video) Se trata de un corto video de 3 minutos con los siguientes apartados:
- Primero.- una corta frase sacada de una ponencia que circula por internet. El ponente, con su tono de voz contundente, tenía que ser el encargado de provocar ese silencio en la sala.
- Segundo.- el contenido de esos primeros 30 segundos es difícil de entender fuera de contexto, pero está buscado con toda la intención: es aquí en donde se trataba de sembrar el interés y la intriga que mantuviera a los asistentes atentos. “¿A que narices viene esto?” es lo que cada uno tendría que estarse preguntando.
- Tercero.- de sopetón, con una música alegre y pegadiza se comienzan a trasladar los mensajes que yo quería hacer llegar a la audiencia: cómo nació el blog, para qué, cuál es su contenido, cuál es su repercusión, etc.
- Cuarto.- finalmente, después de los 3 minutos de video vendrían mis dos minutos de oratoria, con la intención de hilar todos los apartados anteriores y darle sentido a toda la presentación.
Se suponía (y así fue) que finalizada la presentación en video todo el mundo estaría pendiente de mi mensaje, de saber quien era el que estaba detrás de todo ese montaje y qué sentido tenía todo lo anterior.
Hoy les traigo este mensaje por dos razones; la primera es meramente divulgativa. Quiero hacerles ver la importancia de saber anticipar los acontecimientos, de ponerse en contexto y tratar de intuir cómo puede ser el devenir de las cosas para poder, así, buscar la respuesta más adecuada a cada situación. ¿No creen que este planteamiento debería convertirse en práctica habitual de los directivos de cara a tomar decisiones estratégicas? Por desgracia no suele ser así, sino más bien todo lo contrario: dirigimos por improvisación, es decir, a remolque de los hechos.
Aprovecho también para remarcar que los videos, el powerpoint, la narrativa, etc, son distintas “herramientas” a disposición de los ponentes y, como tales, deben ser usadas en función del objetivo que se persiga. ¿De verdad siguen creyendo que el powerpoint es lo único que podemos usar para presentar contenidos? ¿En todos los contextos?
La segunda razón por la que hoy traigo ese video a este foro, es porque precisamente hoy asistiré como oyente a una jornada impartida por ese mismo ponente que aparece en los primeros 30 segundos, que se llama Javier Molina Acebo y fue profesor mío en ESIC Business&marketing School. Todo un maestro al que quiero dedicar un homenaje en este blog. Javier Molina no sólo es una persona digna de escuchar por los interesantes puntos de vista que aporta en cada ponencia, sino que además es todo un ejemplo de oratoria y captación del interés de los asistentes.
Con toda mi efusividad y aprecio: “Javier, estoy deseando poder escucharte y darte un fuerte abrazo”. [Será esta tarde en la Cámara de Comercio de A Coruña]