Ya estamos a punto de acabar noviembre y cada vez más cerca del invierno, así que tenemos que aprovechar para seguir cultivando las hortalizas típicas de estas fechas. Guisantes, acelgas y rabanitos ya crecen en nuestros huertos urbanos y jardines, pero aún nos quedan muchas otras. Así que la elección de hoy ha recaído en las habas.La vicia faba pertenece a la familia de las fabaceae o leguminosae y aunque son originarias de Oriente Próximo, se han extendido por toda la cuenca Mediterránea, llegando hasta China y América. Se trata de una planta trepadora anual que nos va a proporcionar unas nutritivas semillas: las habas que comemos. A parte de por su valor nutricional y sus propiedades medicinales, esta planta es muy conocida por una reconocida tradición navideña: dentro del Roscón de Reyes, es la sorpresa que obliga a pagarlo. Pero, ¿cómo sembrar semillas de habas? Para empezar buscaremos un suelo arcilloso calizo, rico en materia orgánica, aunque hay que reconocer que no se trata de una especie muy exigente en cuanto a terreno se refiere. Si las sembramos de manera directa –en el terreno-, lo haremos a chorrillo, colocando de dos a cuatro semillas en cada agujero, separados estos cada 35 centímetros y con una distancia entre líneas de 50. Mientras que si lo hacemos en maceta, ésta debe tener una capacidad de al menos diez litros y una profundidad de 20 centímetros. Enterraremos las semillas a una profundidad de entre tres y cinco centímetros. Al final, tras el aclareo, dejaremos una planta por hoyo. Además, tendremos que ‘calzar’ las plantas, es decir, acumular tierra alrededor del tallo para proporcionarle más estabilidad y aportar más nutrientes. A la hora de regar, debemos tener cuidado de que no haya un exceso de humedad, manteniendo un riego constante y moderado, con especial cuidado en la época de floración. En cuanto a las plagas y enfermedades de las que debemos estar especialmente pendientes, son el mildiu –que podemos evitar con la poda y el aclareo, y combatir con la pulverización de cola de caballo- y el pulgón negro del haba –que se puede evitar aplicando purín de ortiga y combatir usando jabón potásico e insecticida-. Este cultivo se puede sembrar desde septiembre hasta febrero y recogeremos los frutos entre marzo y julio. Como siempre, sólo nos queda visitar el catálogo de semillas de habas de Semillas Huerta y Jardín antes de lanzarnos a la aventura.
¡Feliz siembra!