¿Cómo ser más feliz en el trabajo?

Enero fue mi mes de felicidad en el ámbito profesional. Además fue el segundo mes en un nuevo entorno corporativo, así que me resultó relativamente fácil aplicar las ideas que encontré en mis investigaciones sobre la felicidad. No tenía que romper con viejos hábitos, no tuve que convencer a antiguas compañeras de trabajo de que yo cambié de chip. Aunque el cambio no fue muy dramático (mi felicidad base ya de por sí es bastante elevada), reconozco que puede ayudar si empiezas desde cero en algún lugar. Los comienzos siempre son una buena oportunidad para reinventarse. Así que comparto algunas ideas (pequeñas y grandes) que me han ayudado a encontrar mi espacio y a pasarlo bien, independientemente de las circunstancias que están fuera de mi control.

Saludos mañaneros: Buenos días mundo feliz

¿Cuándo fue la última vez que empezaste tu jornada del trabajo con una sonrisa? Lo bueno de un “buenos días” con sonrisa para tus colegas es el efecto colateral que tendrá sobre ti. Sonriendo recibirás una sonrisa, lo cual mejorará tu humor. La jornada de trabajo no se hará más corta ni menos densa con una sonrisa, pero mi día empieza mucho mejor si le aviso a mi cerebro de que hoy será un buen día. ¡Buenos días!

Come, pero no lo hagas a solas

Trabajo desde una oficina con gente de toda Europa. Igual que en un espacio de co-working, la gente sentada a mi alrededor no necesariamente coincide conmigo en sus tareas diarias. Encontrar personas para compartir el descanso para comer requiere un esfuerzo consciente por mi parte, un esfuerzo que tiene un impacto directo sobre mi bienestar en la oficina. Me he dado cuenta que los días que comparto la comida con otra persona, me lo paso mejor, ya sea porque me aseguro de comer bien, o por pasar una hora de interactuando socialmente con gente de diferentes ámbitos… La cuestión es que me lo paso bien y además aprendo qué es lo que hacen los otros departamentos de la empresa. Genial!

Sabiendo hacia dónde vas, podrás encontrar el mejor camino

La actitud no es lo único que puede aumentar la felicidad a lo largo de tu jornada laboral. Tener metas claras también puede aliviar el estrés por el simple hecho de que sabes a dónde te diriges. Ayuda a definir las prioridades, inspira preguntas interesantes durante las comidas con los colegas, te puede guiar a la hora de buscar un mentor o un confidente dentro de la empresa. Sabiendo cuáles son las metas de mi departamento para este año he hecho un pequeño documento con mis metas personales a nivel mensual. Algunos se refieren directamente a las metas corporativas, otras son más importantes para mi propio desarrollo profesional. Quizás esto sea la parte más difícil: para poder trazar tu camino, tienes que saber a dónde quieres llegar.La felicidad también depende de los sueños y metas.

¿Cuál de estas ideas puedes aplicar hoy? ¿Y qué más puedes hacer en tu día a día profesional para pasartelo mejor?

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Imagen: sadmafioso / flickr