La vida es un camino que tiene sus etapas. Los golpes del destino son inevitables. Es decir, incluso en el caso de que una persona pusiera toda su atención en prevenir cualquier situación adversa, sería imposible evitar el dolor. En la vida, existen aspectos que dependen de la voluntad individual mientras que otros factores dependen del azar.
Los golpes de la vida producen dolor y por eso, en 3Contigo te damos las claves para sobreponerte ante este tipo de situaciones:
1. En primer lugar, afronta el problema en vez de huir de él. Todo aquello que sigue pendiente de resolver se transforma en un nudo mental.
2. Acepta la vida tal y como es. Es decir, recuerda que la vida no siempre es justa pero a pesar de todo, es maravillosa.
3. Evita el rol de víctima, no te compadezcas a ti mismo, no lo lleves todo al terreno personal porque entonces, minimizas todo tu potencial. Como adulto, date un tiempo para asimilar la información, hacer balance de las circunstancias y buscar soluciones.
4. Pide ayuda si la necesitas, no te encierres en ti mismo. Es un gesto de humildad y de sabiduría pedir apoyo externo. Un error frecuente es el de aspirar a que alguien adivine tu pensamiento por arte de magia. No te guardes tu dolor por no preocupar a los demás. Pedir ayuda es un acto de amor hacia ti mismo.
5. Sé observador y mira a tu alrededor para ser consciente de personas concretas que después de haber pasado una mala racha, tienen un presente feliz. Visualizar ejemplos reales de esperanza, te ayuda a mirar tu situación con una perspectiva más saludable.
6. Un proceso de coaching es una herramienta de ayuda muy eficaz para sobreponerte a cualquier golpe y crear la vida que quieres para ti.
7. Acepta tu vulnerabilidad como una parte natural de tu condición humana. Existen personas que se hunden después de haber asumido durante mucho tiempo el rol de la fortaleza porque no se han permitido a sí mismas bajar la guardia. El cuerpo no es una máquina y necesita descansar.
8. Es importante confiar en la sabiduría popular que afirma que hay que dar tiempo al tiempo. Pero eso no significa quedarte de brazos cruzados pensando que el tiempo, por sí mismo, lo cura todo. En realidad, eres tú mismo quien, a través de una actitud activa, puedes avanzar.
9. Busca refugio en esos ámbitos de tu vida que te den seguridad y fortaleza ahora mismo. Por ejemplo, en un momento de desamor puedes volcarte más en tu trabajo para tener la mente ocupada y disfrutar de la compañía de tus amigos y de tu familia.
10. Siempre que el pensamiento negativo boicotee tu felicidad, cambia esa idea dañina para ti por un mensaje de esperanza. “Yo puedo”, “yo soy capaz”, “yo soy valioso/a” son tres mensajes que puedes decirte a ti mismo frente al espejo cada mañana para empezar el día con confianza. Puedes practicarlo y después… nos cuentas: [email protected]
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching