Revista Religión
Mateo 9.18-33 | Biblia en un año: 2 Samuel 10-12 | Los discípulos experimentaron muchos “momentos en la cima” con el Señor Jesús. La hija del principal de la sinagoga fue resucitada; dos ciegos recuperaron la vista; los mudos pudieron hablar; y el hombre poseído por demonios fue liberado.
Pero cuando la tormenta llegó aquel día en el mar, el temor les invadió. Sus mentes no podían recordar las lecciones que habían aprendido sobre el poder y los propósitos de Aquel a quien seguían. Incluso, ver caminar al Señor Jesús sobre el agua no les trajo alivio inmediato (Mt 14.26).
Cuando la adversidad nos golpea es fácil olvidar lo que sabemos de Dios. Tenemos dificultad para recordar sus respuestas a las oraciones en el pasado, la guía específica dada por el Espíritu Santo y las lecciones aprendidas en crisis anteriores. Solo la situación presente parece real. Mientras la mente nos da vueltas, la turbulencia emocional puede impedirnos pensar con claridad.
Leer la Biblia es clave para recordar las verdades bíblicas. Otro recurso importante es un diario personal: un registro escrito de su peregrinación con el Señor. El diario debe contener los detalles de cómo el Padre celestial ha trabajado antes en su vida. Sirve como un mapa para señalarle dónde estuvo usted antes, y de qué manera le ayudó Dios. Aunque su prueba actual sea nueva, puede mirar hacia atrás y ver la naturaleza inmutable del Señor a lo largo de los años.
Como cristianos, tenemos un enemigo que quiere apartar nuestro enfoque del Señor Jesús. Frustremos la estrategia del adversario dedicando tiempo a la Palabra de Dios y llevando un diario. Hacer esto nos ayudará a recordar cómo el Señor Jesús nos auxilió personalmente y nos protegió con su poder divino.
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