El amor no se busca sino que se crea día a día. Una relación de pareja se renueva constantemente porque un vínculo afectivo no es algo estático, sino dinámico que cambia al igual que las personas que lo componen.
En 3Contigo te damos las claves para tener una relación de pareja saludable:
1. En primer lugar, valora cómo te hace sentir una relación. Si una historia se ha convertido en un lastre y en un peso diario que te agota física y mentalmente, entonces, puede que algo esté fallando porque el amor es una suma de bienestar en tu vida.
Eso no significa que en el amor no haya momentos de dificultad, sin embargo, cuando una relación afecta a tu autoestima, a tu bienestar y a tu libertad, entonces, conviene escuchar estas señales de alarma para no llamar amor a aquello que no lo es. Existen relaciones que son destructivas y tóxicas que están basadas en la idea del amor entendido como posesión. Y eso sencillamente, NO es amor.
2. No existe la media naranja, es decir, no existe una persona en el universo que te completa como si fueses la pieza de un puzzle. Tú eres una persona completa en ti misma. Es fundamental recordar esta idea para no caer en la dependencia de estar con alguien por pura compañía, o de buscar fuera de ti lo que tú ya tienes. Cuanto mejor estás contigo mismo, mejor estás en una relación. Por el contrario, cuando estás mal contigo mismo corres el riesgo de arrastrar tus carencias a tu relación de pareja. No busques a alguien que complete lo que no eres; sino a alguien con quien disfrutar y hacer crecer lo que ya eres.
3. Existen distintas formas de amor. El amor de pareja no sustituye en ningún caso el valor de la amistad y de la familia porque todos estos vínculos afectivos son complementarios. Una relación de pareja sana es aquella que no te encierra sino que te abre todavía más a los demás. En este sentido, valora el criterio de las personas más cercanas en caso de que te den alguna opinión sobre la actitud de tu pareja hacia ti. En ocasiones, desde fuera, es posible ver más que desde dentro de una historia gracias a la objetividad que aporta la distancia. ¡Cuántas veces nos hemos arrepentido de no escuchar a las personas que nos quieren!
4. La otra persona no puede colmar todos tus deseos, necesidades e ilusiones. No busques en la vida real el argumento de una película romántica porque corres el riesgo de frustrarte. El amor humano es maravilloso y también, imperfecto. Asúmelo como tal y atrévete a pedir abierta y claramente lo que necesitas.
5. Es posible aprender a querer tomando conciencia de los fallos y asumiendo el compromiso de cambio. Un proceso de coaching puede ser un refuerzo muy importante en este aprendizaje afectivo y también en el camino de hacer que tu relación de pareja funcione a las mil maravillas.
6. La búsqueda del amor sano, en ocasiones, es un camino de largo recorrido. En ese caso, no tengas miedo de los fallos porque son los que te acercan a tu objetivo. Cada vez que te alejas de aquello que no quieres tener en tu vida, te acercas un poco más, a aquello que sí deseas. El respeto, la lealtad y la sinceridad son importantes en una pareja. Aprende a elegir, a decir que no y crece con tus errores.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching