El ojo de dragón es un ingrediente exótico, no lo vamos a negar. No obstante, en China se consume desde hace siglos y es que este pequeño fruto es abundante en el país asiático y se consume casi tanto como el lichi.

El ojo de dragón cuenta con una capa exterior dura, que tras abrirla esconde una pulpa carnosa y jugosa, a la que podréis hincarle el diente, teniendo cuidado con la semilla. Este fruto crece en un árbol homónimo. Estos ejemplares pueden medir hasta 8 metros de altura.
Tiene la peculiaridad de que es muy dulce. Se suele tomar en crudo (según la medicina tradicional china tienen propiedades beneficiosas para el corazón y el bazo), puesto que recuerda al sabor del lichi, aunque con menos aromas y sin matices de rosas. En algunos bares europeos se usa como condimento en el gin tonic tanto por su aporte de aroma como por su efecto visual.
A los chinos les gusta tomarlos en almíbar. Así se conserva durante más tiempo y conserva su dulzor. En nuestra tienda lo encontrarás de esta manera. Además se puede comprar seco, en este caso, se usa en sopas, para darles textura y un pequeño toque de sabor.
¿Lo habéis visto alguna vez? ¿Tenéis alguna experiencia con este fruto?

