Revista Cocina

Cómo utilizar el ojo de dragón en tus platos

Por Celiaganzano @Cocinista

El ojo de dragón es un ingrediente exótico, no lo vamos a negar. No obstante, en China se consume desde hace siglos y es que este pequeño fruto es abundante en el país asiático y se consume casi tanto como el lichi.

Ojo de Dragón
Su nombre proviene de su aspecto, ya que tiene la misma forma que los ojos de los dragones imaginarios. En China, los dragones son personajes mágicos, muy presentes en su mitología. Están relacionados con el concepto del yang (masculino) y son muy importantes para que lleguen las lluvias y el agua para regar las cosechas. También se le conoce con el nombre de Logan en inglés.

El ojo de dragón cuenta con una capa exterior dura, que tras abrirla esconde una pulpa carnosa y jugosa, a la que podréis hincarle el diente, teniendo cuidado con la semilla. Este fruto crece en un árbol homónimo. Estos ejemplares pueden medir hasta 8 metros de altura.

Tiene la peculiaridad de que es muy dulce. Se suele tomar en crudo (según la medicina tradicional china tienen propiedades beneficiosas para el corazón y el bazo), puesto que recuerda al sabor del lichi, aunque con menos aromas y sin matices de rosas. En algunos bares europeos se usa como condimento en el gin tonic tanto por su aporte de aroma como por su efecto visual.

A los chinos les gusta tomarlos en almíbar. Así se conserva durante más tiempo y conserva su dulzor. En nuestra tienda lo encontrarás de esta manera.  Además se puede comprar seco, en este caso, se usa en sopas, para darles textura y un pequeño toque de sabor.

¿Lo habéis visto alguna vez? ¿Tenéis alguna experiencia con este fruto?


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