Muchas son las dudas que tenemos cuando llega la hora de reponer las bombillas fundidas de nuestra casa. Dejando atrás aspectos como el tipo de casquillo, el color o la utilidad que le queramos dar, si nos ceñimos estrictamente a criterios económicos, debemos de fijarnos en los siguientes parámetros:
- Precio
- Rendimiento (lm/W): Cantidad de fuente de luz expresada en lúmenes (lm) por la potencia consumida (w). Cuanto mayor sea, mayor eficacia tiene la lámpara y por tanto, más luz emite a igualda de consumo.
- Vida útil: número de horas de funcionamiento efectivo de la lámpara.
Lo que si nos podemos fijar, a la hora de comparar un tipo u otro, es el rendimiento de emisión de lm por cada watio consumido. En este aspecto sobresalen las lámparas led y los tubos fluorescentes, cuya vida útil estimada es además, muy superior al resto de tipologías. Por regla general, el rendimiento aumenta con la potencia, aspecto también a tener en cuenta en puntos de luz con varias lámparas. En la última columna, se muestra el coste en euros del consumo de cada lámpara durante 1.000 horas. Comparando este dato entre las bombillas estándar clásicas, ya fuera del mercado, y las de tecnología led, tenemos una reducción en el consumo en torno al 80-90%. Gracias a la reducción de precios, versatilidad y el creciente aumento de nuevos fabricantes, la introducción del led en la iluminacion interior es cada vez más notoria. Imágenes | Sylvania