Pasamos media vida navegando por la red y es normal que muchas veces compartamos imágenes que vemos por la red y nos gustan, sin pensarlo mucho y sin tomarlo mucho en cuenta. Lo veo a diario en mis redes sociales: fotografías compartidas en el muro de Facebook o ilustraciones elegidas como foto de perfil o portada, sin mencionar el enlace de dónde se ha encontrado esa imagen ni su autor.
Doy por hecho que es algo que no se hace con mala intención, porque tengo la costumbre de pensar lo mejor de la gente, y porque se lo he visto hacer a gente que respeto muchísimo y a quien tengo en muy alta consideración.
De modo que he decidido aportar mi punto de vista, porque tal vez abra una puertita a la reflexión, y eso siempre es bueno.
Creo que es fundamental acreditar convenientemente una imagen que se comparte por dos razones principalmente:
- Por el espectador, que es posible que le encante la imagen que has compartido y le gustaría saber de donde ha salido, quien la ha creado, y poder ver más imágenes de ese mismo autor.
- Por el autor de la imagen, que probablemente comparta su trabajo por Internet para darse a conocer. Normalmente, fotógrafos, ilustradores, diseñadores y demás artistas trabajamos por cuenta propia, y la visibilidad de nuestro trabajo es vital para seguir adelante.
Es cierto que muchas veces vemos en la red una imagen que nos gusta pero no sabemos su fuente original, ni se menciona a su autor. Pero hay una forma de buscar las fuentes de una imagen muy sencillita que se explica en el siguiente enlace (pincha en la imagen).
Y con esto termina el post reflexivo de hoy. Si te ha parecido interesante, y crees que es un post que merece ser difundido, te agradecería mucho si lo compartieras en tus redes sociales para que otras personas puedan leerlo.
¿Qué piensas del tema? ¿Te lo habías planteado alguna vez? ¿Te has visto afectado por la difusión de tus imágenes sin mencionar tu autoría?
Gracias por tu visita ;)