La mayoría de los padres no puede resistirse a la hora de compartir la cama con el bebé en caso de que éste no pueda dormir, aún cuando se dice todo el tiempo que esta práctica es negativa para la conducta del niño a medio y largo plazo.
Un nuevo estudio indica que meter en la cama al bebé que comienza a caminar no representa luego probabilidades de que presente problemas de conducta ni de aprendizaje, según se ha publicado en la revista Pediatrics, cuya principal autora es la profesora asociada de medicina preventiva del Programa de Postgrado en Salud Pública de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, Lauren Hale.
Sobre el estudio indica:
“Se ha hecho muy poca investigación sobre las potenciales consecuencias en el desarrollo de compartir cama en la época en que el niño comienza a caminar”…”Hallamos que tras ajustar por las características de madre y niño, no hubo diferencias cognitivas ni conductuales observadas entre los niños que compartían cama y los que no”.
La investigación se centró en el análisis de 944 familias con por lo menos un niño menor de un año, todas ellas de bajos ingresos. En la investigación había aproximadamente la misma cantidad de niñas y de niños, el 30% de las madres eran negras, el 25% hispanas y casi el 40% blancas.
Los investigadores realizaron visitas a cada familia cuando los bebés cumplieron uno, dos y tres años, y se les preguntó a las madres datos sobre la salud de los pequeños, las rutinas diarias que manejaban y el sitio donde dormían. Cuando los niños cumplieron los 5 años todos ellos se sometieron a pruebas cognitivas y conductuales con un especial enfoque hacia las habilidades matemáticas y de alfabetismo, midiendo además los niveles de hiperactividad y cada una de sus habilidades sociales.
El estudio reveló en primer término que las familias más propensas a compartir la cama con los bebés eran las negras e hispanas en comparación a las blancas. No se identificó relación entre los bebés que comenzaban a caminar que dormían con sus padres y los problemas cognitivos o conductuales hacia los 5 años.
Halle indicó entonces que compartir la cama con el niño no es una mala idea:
“los padres deben tomar las decisiones sobre dónde dormirá el bebé según las circunstancias familiares específicas, con la meta de facilitar el mejor sueño posible para los niños”.
Vía | Medicos Consultores
Foto | Examiner