Complementos negros para una fotografía culinaria

Nunca pensé que el mundo de la fotografía culinaria me llevaría un día a utilizar con soltura un spray grafitero de pintura negra… ¡Y a mis años!

Supongo que conocéis a Donna Hay, y sigo suponiendo también que habréis oído hablar de la revista que edita: “Donna Hay Magazine” (en caso contrario, visitad este enlace). No os podéis perder sus fotografías culinarias.

Andaba yo echando un vistazo al último número de la misma en su edición para IPad dedicado a los colores blanco y negro (¡Qué vicio, esto de las revistas digitales!) cuando como siempre, y una vez más, caí rendida ante las fantásticas fotografías que la ilustran y la originalidad de los creativos y fotógrafos que las realizan. Siempre he pensado que sin copiar (que esta rematadamente feo), no hay ningún inconveniente en inspirarse en lo que nos gusta, así que ni corta ni perezosa, decidí crear una imagen culinaria negra como el carbón dentro de mi propio estilo.

Afortunadamente, a lo largo del tiempo, he ido recopilando toda clase de componentes de vajilla de diferentes colores y formas, superficies con distintas texturas sobre las que trabajar, y fondos adecuados para tal fin, pero ¿Y los cubiertos? ¿Cubiertos negros? ¿Dónde diantre encuentro yo unos cubiertos negros que no sean de plástico? ¡Exacto! Es en este preciso momento en el que aparece el spray negro de pintura grafitera en mi vida…

Si os gusta la idea y os apetece convertiros en grafiteros por un día, colocad en el exterior (a ser posible) un gran papel para proteger superficies, escoged algunos cubiertos a los que no tengáis demasiado cariño, y pintadlos con pintura negra (quien dice negra, lo mismo dice de cualquier otro color) mate en spray. Primero una cara y luego la otra.

Precauciones:

No los utilicéis para comer. Debe ser infinitamente tóxico.

No los lavéis rascándolos, simplemente podéis limpiarlos con un pañito húmedo.

Tratadlos con cariño, la pintura puede descascarillarse.

Utilizadlos si queréis conseguir un look diferente y especial (con florecillas silvestres y pañitos de cuadros vichy, no pegan ni con cola)

He aquí el resultado. Original, moderno y más negro que el carbón…