El año pasado, un estudio desarrollado por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes, concluía que el coste medio del primer mes de un bebé supone para los padres un gasto medio de 1.900 euros. Un montante que resulta de la compra de complementos como la silla de retención infantil, la bañera, la silla de paseo, la cuna, etc. El gasto de productos necesarios ya resulta elevado, si a esto añadimos que se realizan compras innecesarias por la llegada del bebé, el desembolso puede ser mucho mayor.
Este es un problema que se sufre en todos los países desarrollados, se realizan compras innecesarias por la llegada del bebé, productos que se utilizarán en contadas ocasiones o que simplemente no se utilizarán. En Reino Unido se ha realizado una encuesta en torno a este tema, los resultados determinan que se derrochan unas 1.600 libras (1.940 euros) en la compra de productos que al final apenas se utilizan, los padres se arrepienten de haber realizado las compras antes de la llegada del bebé.
Una buena regla es comprar lo indispensable, algunos elementos se utilizan con toda seguridad y de forma habitual, otros es preferible esperar y comprarlos si realmente son necesarios. Otro dato que se desprende de la encuesta es que el gasto medio en productos por la llegada del bebé se ha incrementado en dos años nada menos que un 17%, los precios de los productos ya son bastante elevados como para tener que gastar más dinero de la cuenta innecesariamente.
Claro, que a los gastos habituales por la llegada del bebé se suman otros, algunas familias consideran que deben cambiar de coche, preparar la habitación infantil y hacer las reformas oportunas, cambiar de hogar por la falta de espacio, etc. Todo ello provoca una considerable presión económica que provoca que el gasto innecesario en productos para el bebé sea ridículo frente a los gastos extra citados. El importe medio, dependiendo de las opciones (casa, coche, acondicionar el hogar…) puede variar entre las 40.000 y las 150.000 libras (48.000 a 182.000 euros).
Según la encuesta realizada a 2.000 padres por la empresa de seguros Aviva, hasta un 25% de familias cambian o compran un coche antes de que llegue el bebé, lo mismo ocurre con el hogar, la compra de la vivienda o su acondicionamiento se realiza antes de que nazca el bebé. Sin apenas darse cuenta el gasto se dispara y la presión financiera se sufre durante años. Evidentemente, todo padre quiere contar con todo lo necesario y lo mejor para poder atender al bebé, especialmente si se trata de padres primerizos, muchos de ellos reconocen que han gastado el dinero en artículos que no se necesitan y que no se han utilizado. Se ha pasado de un gasto medio en el año 2012 de 1.298 libras a unas 1.600 libras.
Con respecto a los artículos que se adquieren y el importe de cada uno de ellos, el más caro según la encuesta es la silla de paseo, a continuación los muebles, como por ejemplo la cuna o el cambiador. La ropa del bebé también supone un pellizco importante y se clasifica en tercera posición. Otros productos a tener en cuenta, la silla de retención infantil, la ropa de maternidad, los juguetes… En medidas de seguridad tampoco se escatima, barreras para escaleras, protectores de armarios, puertas y cocinas, etc.
Según la encuesta, el gasto medio de los padres del Reino Unido para equiparse por la llegada del bebé, alcanza los 500 millones de libras esterlinas anuales. Hay que tener cuidado con las compras innecesarias, seguramente si nos paramos a pensar y analizamos, muchos productos no se adquirirían. Hay que evitar la presión financiera embarcándose en gastos que quizá resultan innecesarios, analizar si realmente hay que cambiar el coche o de casa, si realmente se utilizará todo lo que se compre para atender al bebé, etc. Podéis conocer más detalles de esta noticia a través del artículo publicado en el periódico digital Daily Mail.
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Compras innecesarias por la llegada del bebé