Revista Opinión

Compromís para no valencianos

Publicado el 08 julio 2015 por Liberal

Compañeros lectores: Comparto con ustedes hoy el artículo de nuestro aliado y compañero Pedro, autor de La república heterodoxa y responsable de la “malvada deriva” de este proyecto…como dicen nuestros enemigos que sirven los intereses de la banca y del 1% de la población. Ojalá nos desvíe más…pues bien es sabido que los caminos desviados suelen ser los más interesantes. Suscribo prácticamente la totalidad de lo dicho por nuestro compañero en el artículo, aunque matizaré que en Compromís, como él bien sabrá, también hay gente que se hace llamar liberal – yo entre ellos. Y es que, los liberales que hay en Compromís entienden el liberalismo como una corriente progresista y semejante al liberalismo federalista que defendía el bueno de Pi i Margall. Con respecto al tema lingüístico, diré que lo que yo defiendo es la identidad y la lengua regional, en libertad. Hay casos flagrantes de discriminación en España contra catalano-parlantes dentro de las propias instituciones que dependen del Estado central español en Madrid. Esto es bastante grave ya que es el Estado el responsable de ejecutar las leyes, los estatutos de autonomía y suscribir los convenios internacionales FIRMADOS Y RATIFICADOS POR ESPAÑA tales como la Carta de derechos europeos para los que hablan lenguas minoritarias o regionales, el Convenio para la protección de minorías nacionales y el Tratado de Lisboa que prohíbe discriminar por razones de lengua/idioma. Con el gobierno del PP, existe una auténtica ofensiva en España dentro de las instituciones públicas totalmente hóstil a las lenguas minoritarias del estado español. Yo sí apoyo una Valéncia bilingüe, que se rotule en valenciano y que se haga cumplir el Estatuto de autonomía de forma efectiva y real. Eso no es ser “nacionalista separatista”. Eso es ser defensor de los derechos fundamentales de las personas en democracia. En todo caso, amar tu tierra no es un crimen. Pero bueno, no quiero que hoy los lectores se centren en mí. Yo soy lo de menos. Invito a que comenten sobre el artículo de Pedro, que es lo realmente interesante aquí hoy. Debemos agradecer su labor.
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El otro día un compañero de Zaragoza me preguntó “¿Y esos de Compromís de donde han salido? Son independentistas ¿no?”. Era la enésima vez que me decía alguien, siempre de fuera de la Comunidad Valenciana, que Compromís era “independentista”. La expliqué que no, que es una burda patraña extendida por algún partido y repetida por cierta prensa que quiere hacer pregón del apocalipsis, y se quedó más o menos conforme. “Bueno, es que eso es lo que se dice por ahí”, se justificó.

El desconocimiento sobre lo que es Compromís lo he encontrado incluso en los catalanes, que también suelen pensar que Compromís es nacionalista y semi-independentista sean ellos nacionalistas o anti-nacionalistas, lo mismo da. Esto me resulta la certificación terrible de que en Cataluña desconocen absolutamente lo que sucede del Sénia para abajo y que para ellos Valencia no es más que un territorio misterioso y enigmático con el que comparten unas raíces e historia común. Diría que en Cataluña hace tiempo que no se miran más que a ellos mismos, pero bueno eso ya es otra cuestión.
Me ha parecido buena idea hacer un escrito sobre Compromís, para explicarles a los lectores qué es, de donde sale, qué pretende y porqué se le vota. Espero que sea interesante y que acabe con ciertas dudas.

Creo que lo primero para entender a Compromís es entender el conflicto identitario en la Comunidad Valenciana. En la transición hubo en la Comunidad dos visiones identitarias enfrentadas que nacieron del posicionamiento de los distintos grupos políticos respecto a las ideas “nacionales” del intelectual de Sueca Joan Fuster. Fuster pensaba que la identidad valenciana estaba esencialmente compartida con catalanes y baleares y que, por tanto, el marco nacional en el que debíamos movernos era ese, un “pancatalanismo” cultural y también político.
De estas ideas de Fuster nació el “nou valencianisme”, que asumía ese pancatalanismo cultural aunque no tanto el político, y que aceptaron casi todos los actores de la oposición antifranquista. Pero este “nou valencianisme” tuvo un antagonista, un movimiento de reacción que se llamó despectivamente “blaverismo”, que no solo negó la relación política con Cataluña sino también los vínculos culturales o lingüísticos. Los “fusterianos” y los “blaveros” se enzarzaron en una batalla simbólica con banderas y denominaciones diferentes, generando la “batalla de Valencia” cuyos ecos nunca han acabado de cesar del todo.

Con el establecimiento y consolidación de la autonomía digamos que estas dos visiones generaron dos partidos nacionalistas diferentes. Los blaveros tuvieron a “Unió Valenciana”, partido derechista que acabo aliado y absorbido por el PPCV, y los fusterianos a “Unitat del Poble Valencià”, partido nacionalista progresista que se movió siempre en el extra-parlamentarismo.

Durante los 80 y 90 los “fusterianos” aceptaron su fracaso y hubo varias revisiones del pensamiento fusteriano por parte de intelectuales que entendieron que la identidad valenciana era mucho más mixta de lo defendido por Fuster y aceptaron que los vínculos políticos entre el País Valenciano y Cataluña ni eran deseados por la población ni eran una buena idea. En ese contexto el nacionalismo de estirpe fusteriana se refundó y aceptó muchos de los fundamentos de lo que se llamó “tercera vía” del nacionalismo valenciano, que fue un intento de hacer converger el fusterianismo y el blaverismo en un valencianismo más parecido al previo a la guerra civil.
El Bloc Nacionalista Valencià, fundado en los estertores del siglo pasado, es el representante político de este fusterianismo “tercervíiazado”. El Bloc rechazó los países catalanes, asumió un nacionalismo exclusivamente valenciano y continuó la estela progresista del nacionalismo de origen fusteriano. Sin embargo tampoco diría que el Bloc era un partido claramente “de izquierdas”, de hecho en algún momento creo que llegó a coquetear con la idea de ser una especie de partido visagra entre PP y PSOE.

Después de las elecciones de 2003 (donde no entró en Les Corts al no superar la barrera del 5%) Enric Morera fue elegido secretario general del Bloc y comenzó un proceso de acercamiento a las fuerzas de izquierda. Para las elecciones de 2007 el Bloc y Esquerra Unida (EU) se presentaron juntos en una coalición llamada “Compromís pel País Valencià”, que llevó a dos diputados del Bloc a las cortes valencianas.

Pero en unos meses esa coalición se rompió. Un enfrentamiento entre Gloria Marcos (la cabeza de lista, de Esquerra Unida) y las diputadas de la corriente interna de EU Esquerra i Pais, junto con el apoyo del Bloc, rompió la coalición. Muchos miembros de Esquerra i Pais y otras corrientes de EU fueron expulsados del partido, entre ellos las diputadas Mónica Oltra y Mireia Mollà, que pasaron a establecer una colaboración permanente con el Bloc.

De ese conflicto es de donde nace el actual Compromís. El Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià (IdPV, partido creado por los expulsados de Esquerra Unida) y Els Verds-Esquerra ecologista crearon en 2010, junto a personalidades independientes (la más importante es Joan Ribó, también expulsado de Esquerra Unida), una coalición permanente que asumió el nombre de la candidatura fallida, Compromís (pero sin lo de “pel País Valencià”).
La nueva coalición tenía como base al Bloc Nacionalista Valencià, único de los partidos que tenía una verdadera implantación en las comarcas y que, por tanto, aportaba la mayoría de afiliados, pero sin embargo sus personalidades más valoradas no eran del Bloc, sino de IdPV (Mónica Oltra) o independientes (Joan Ribó). Compromís fue percibido en principio como una nueva marca electoral del Bloc, sin embargo en 2011 batió el techo histórico de votos del Bloc para Les Corts (7,5%, cuando jamás había pasado del 5%) y, sobre todo, en la Ciudad de Valencia (casi un 9% de votos cuando el Bloc siempre había sido marginal en la ciudad). La interpretación era clara: El Bloc aportaba la militancia y “la base” de votos del 4% tradicional, pero la otra mitad la aportaba el importante tirón de los ex de Esquerra Unida, venciendo en muchísimos casos los recelos de muchos valencianos en votar candidaturas que incluyesen nacionalistas.
La cuestión es que se creó una coalición casi con “dos almas”. En los municipios donde el Bloc era fuerte, Compromís era básicamente la marca electoral del Bloc (de hecho se presentaban como Bloc-Compromis), sin embargo en las zonas urbanas y metropolitanas Compromís era mucho más mixto, con un ascendente importante de los partidos izquierdistas.

Durante toda la legislatura el partido que más ha denunciado y combatido la corrupción ha sido Compromís (con permiso de Esquerra Unida). Han sido los verdaderos antagonistas al PPCV, los que han enervado a Camps, Fabra y Rita. Su política se ha concentrado en su eslogan, “rescatar personas” y en una lucha titánica contra la corrupción, y siguiendo su actividad en casi nada se podía notar que había nacionalistas en su seno. Y es por eso por lo que la gente les ha votado, porque mientras el PSPV estaba haciendo la siesta, Compromís y Esquerra Unida han batallado sin descanso contra el PPCV.

El inteligentísimo periodista Enric Juliana, de los pocos catalanes que parece entender algo de lo que pasa aquí, ha definido a Compromis como una “eficaz aleación de radicalidad urbana y valencianismo menestral”. La “radicalidad urbana” es la que representan Oltra, Ribó y toda esa masa de votantes urbanos y metropolitanos que apoyan a Compromís porque es el azote de la corrupción y el defensor de los desfavorecidos, y poco o nada porque sea “valencianista”. El “valencianismo menestral” sería el Bloc y su base de votante rural que sí es nacionalista.
Pero cuidado que hasta en el Bloc hay sectores. Está el sector tradicional del Bloc, la “vieja guardia” del nacionalismo fusteriano, más nacionalista que izquierdista, pero también están los “renovadores”, un sector más joven para quienes el izquierdismo es más importante que el nacionalismo, y que sacaron mejores resultados en las primarias de Compromís que la vieja guardia. De hecho a los renovadores se les considera afines a Oltra (en la otra parte del Bloc hay recelos contra ella).

De hecho el crecimiento y evolución de Compromís ha llevado a que la coalición evolucionase desde un inicio en que era “BLOC + asociados”, hasta una coalición donde los “radicales urbanos” han acabado dominando la coalición y han relegado a segundo plano al sector más nacionalista del Bloc. De hecho el resultado de las primarias, con Oltra de cabeza de lista y con representación similar de los cuatro sectores (los tres partidos y los independientes), y con el sector renovador del Bloc con mejores puestos que la vieja guardia, se ha interpretado en muchos sitios como que Oltra ha acabado dominando la coalición y “domesticado” al Bloc.
Seamos realistas ¿qué porcentaje del 19% cosechado en las autonómicas es nacionalista? ¿El 5, el 6% como mucho? La mayoría del votante de Compromís no es nacionalista, ¿Y del 23,5% de votantes que han hecho a Ribó alcalde? Os puedo garantizar que más del 90% no serán nacionalistas. Yo soy de valencia capital y os puedo decir que todos los votantes de Compromís de la capital que conozco (y conozco muchos) no son nacionalistas. De hecho la base social de Compromís es, en su mayoría, la misma base social que tiene Podemos e Izquierda Unida en otras latitudes.

“¿Pero los dirigentes son nacionalistas?” se preguntará aún la gente, una vez creo que ya está claro que sus votantes no lo son. Pues unos sí y otros no. Los dos principales dirigentes, Mónica Oltra y Joan Ribó, no son nacionalistas ni son de partidos nacionalistas, de hecho Oltra ha reconocido no ser nacionalista en público. Los dirigentes del Bloc sí lo son, pero aun así no estamos hablando de una “intensidad” de nacionalismo como CiU o el PNV, hablamos de algo más moderado, en parte porque son absolutamente conscientes que no tienen ascendente sobre la población. No sabría compararos el “grado de nacionalismo” de Compromís con otras latitudes, por comparar diría que Compromís es menos nacionalista que Iniciativa per Catalunya y que sería algo así como el PSC (las comparaciones son odiosas en cualquier caso y la situación muy distinta).
De hecho hay una cosa curiosa. El PPCV se ha dedicado toda la legislatura a intentar presentar a Compromís como “catalanista”, agitando los fantasmas del pasado. La cuestión es que en Compromís tienen este asunto bastante superado, no hacen referencia jamás a los conflictos identitarios del pasado y no entran al trapo con estas cosas. Y mientras Compromís no entra en estas cosas quien sí ha entrado de forma reiterada ha sido Esquerra Unida, que ha seguido defendiendo los símbolos del nou valencianisme e incluso llamando “botiflers” a los del PP más de una vez.

Espero que el escrito os haya valido para entender qué es Compromís y que no caigáis en todo eso de que son independentistas y demás tonterías que se escuchan por ahí. Compromís es una coalición muy amplia y heterogénea, unida por los buenos resultados pero con bastantes discrepancias internas producto de su pluralidad de puntos de vista. En los pueblos es posible que su base social sí sea relativamente nacionalista pero en las zonas urbanas ésta es mixta, absolutamente plural y generalmente no nacionalista.
Su política estará preferentemente orientada a acabar con la corrupción y a hacer una potente política social. Posiblemente veamos intención de aumentar la presencia del valenciano en la enseñanza pero no se intentará un sistema de inmersión como el catalán (además sería imposible por la realidad valenciana) y también una defensa feroz de una mejor financiación. Pero Compromís es, ante todo, una coalición de izquierdas, y esa será la política que intentará hacer.


Compromís para no valencianos

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