Casi siempre, cuando nos proponemos un objetivo, terminamos sucumbiendo a la pereza. Generalmente, no lo hacemos de forma consciente, sino que la disfrazamos de "no tengo tiempo" o "no me da la vida". Así, nunca encontramos el momento de comenzar con nuestros proyectos o simplemente, de dedicarles el tiempo que precisan.
Pasa cuando tienes un blog, y tienes que compaginar actualizarlo con tu trabajo habitual. O cuando quieres escribir un libro, o cuando quieres llevar a cabo cualquier proyecto personal. El día a día te engulle y eres incapaz (aunque sabes que ese proyecto puede ser importante para ti, para tu bienestar e incluso para tu carrera) de ponerte seriamente con ello.
Si quieres tener tiempo, lo tendrás
Una de las cosas que he aprendido últimamente, es que ir por la vida agobiado y diciendo que no tienes tiempo para hacer nada más que aquello que haces como parte de tu rutina, es una excusa. Y las excusas son fruto de nuestra mente, a la que reseteamos para convencernos de que es totalmente cierto que no tenemos tiempo para hacer algo.
Pero... ¿Y si un día te propones sacar tiempo? Pues, ¡sorpresa! Que lo sacas. Y estiras el día y las horas que tiene lo que haga falta, más de lo que nunca creíste que podrías. ¿Por qué? Porque te motiva saber que le estás dedicando tiempo a algo que te importa de verdad.
El arte de fijar un hábito
El problema viene cuando intentamos pasar de no hacer nada a querer hacerlo todo. Es entonces cuando llega la frustración por querer pasar de cero a cien en un día. Nuestro cuerpo y nuestra mente se resienten, acabamos cansados y, simultáneamente, las posibilidades de tirar la toalla, aumentan.
Porque fijar un hábito requiere concentración, energía y fuerza de voluntad. Y también, alguna que otra ayuda, claro. Hoy en la segunda entrega de te traigo un método japonés llamado Kaizen (Kai = "cambio" + Zen = "bueno, beneficioso"). También conocido como "método del minuto".
El método Kaizen para vencer a la pereza
El método Kaizen propone adquirir un nuevo hábito realizando una determinada tarea durante un minuto al día, cada día a la misma hora. Su creador, Masaaki Imai, considera que este método es una filosofía de vida que se puede aplicar tanto al ámbito profesional como al personal.
"Un largo camino comienza con el primer paso, y no tiene nada de malo que éste sea corto. Lo que importa es seguir caminando" (Masaaki Imai)
La clave del éxito de este método es que requiere una baja exigencia y, por tanto, la pereza no tiene cabida. Estamos acostumbrados a malgastar muchísimos minutos de nuestro día... ¿Qué pasaría si aprovecháramos uno de forma totalmente consciente y plena? Al final, como ves, se trata de una pequeña "trampa mental" en la que el cerebro no percibe la tarea como un reto imposible, sino como un esfuerzo asequible, pasando de la frustración a la motivación.
NOTA: puedes ir tachando en un calendario el día a día en el que has ido cumpliendo con tu minuto. ¡Alucinarás!
Pasito a pasito (suave, suavesito)
Obviamente, no se trata de emprender tu proyecto a base de un minuto diario de forma permanente. El método Kaizen sirve para la fase inicial de cualquier proyecto, hábito u objetivo. Gracias a él, nos libramos de los pensamientos negativos o, casi más importante, de las excusas. Pero eso sí, poco a poco, debemos ir aumentando el tiempo de dedicación a nuestro hábito, fijándonos pequeños objetivos de cara a lo que queremos conseguir.
POSDATA:¡Prueba tú mismo el método Kaizen! Si acabas de comenzar con tu blog y sientes que nunca tienes tiempo para escribir: emplea un minuto cada día durante al menos dos semanas en redactar un post. ¿Te atreves?