Revista Ciencia
La NASA (Administración Nacional Aeronáutica y Espacial) acaba de comunicar los datos preliminares obtenidos del impacto realizado el 9 de octubre de 2009 cerca del polo sur lunar mediante el LCROSS (Satélite de observación y percepción de cráter lunar). Este satélite fue lanzado el 18 de junio desde el centro espacial Kennedy de la NASA en Florida. El impacto fue en el cráter Cabeus en la cara oscura lunar. Esta zona no recibe iluminación directa del sol desde hace muchos millones de años. Tras el choque se levantó una columna que entre otras cosas que se siguen analizando contenía agua. El satélite lleva espectrómetros gracias a los cuales se ha podido confirmar la presencia de agua. Estos datos se añaden a los que aportó la ISRO (Organización de investigación Espacial India), por sus siglas en inglés. La Chandrayaan-1 fue lanzada desde el centro espacial Satish Dhawan, SHAR en Sriharikota (Andhra Pradesh) el 22 de octubre de 2008 mediante un cohete PSLV como el de la imagen. Desde la nave espacial realizaron la prueba de impacto sobre la superficie lunar, también en el lado oscuro y en el polo sur, el 14 de noviembre de 2008, hace casi un año. Desde entonces se estudió la Luna y se enviaron datos hasta que se perdió el contacto con la nave en agosto de este año. Mediante el espectrómetro aportado por la NASA a la ISRO descubrieron agua. Estas misiones son los primeros pasos de algo mucho más ambicioso: construir bases lunares en un futuro no muy lejano. El agua es una de las moléculas más importantes para la vida, con ella en abundancia, como indicó la misión indú, colonizar la Luna resulta factible.