Cómo nos enfadamos todas las madres cuando los hijos van dejando chismes por medio.... Ya son más mayorcitos, pero no hace mucho que muñecas, coches de policía, fichas del parchís o bichos de plástico de cualquier especie... aparecían en salón, baño, pasillo o entrada de nuestras respectivas casas. ¡Todo el día recogiendo cachivaches! Además, cuando ya tenían más conciencia y picardía, se dedicaban a poner arañas, ratones o algo peor (las innombrables, esos insectos repugnantes que tanto se reproducen...) en nuestro camino con el objeto de provocar nuestro sobresalto y su hilaridad. Esos bichos con los que tanto jugaban, sobre todo nuestros varones, han formado parte de nuestra existencia y ocupan su sitio junto al resto de mobiliario y menaje que decoran nuestras viviendas. Y lo más curioso es que no somos las únicas.... Por la red hemos encontrado bichitos poblando estancias de hogares de todo el mundo... Suponemos que sus dueños pensarán lo mismo que nosotras... ¡Hasta tu peor enemigo puede ser tu gran aliado!
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Tenéis algún "bichito" por casa?