Amanecía el día de hoy blanco y radiante de nieve y los clientes, como viene siendo habitual en días como éste, se negaban a bajar a desayunar a una hora decente. Mejor quedarse durmiendo y aprovechar el hecho de que no se puede ir a prácticamente ningún sitio.
En cualquiera de los casos, la imagen que les esperaba en el restaurante era la siguiente:
Mesas llenas de huevos de chocolate, de figuritas de patos de chocolate, de bollos blanditos, dulces y rellenos de pasas encima de cada plato... Sí, amigos, ¡llegó el día de la última gran celebración que tendrá lugar en el hotel antes de que se acabe esta temporada!Y esta celebración no es otra que la de el domingo de pascua, que en esta parte del mundo conlleva el que se regalen a los niños (o, en el caso del hotel, a todos los clientes) huevos y otras figuras de chocolate, siendo así que hay de todos los tipos y marcas posibles, y para muestra un botón:
He averiguado que esta tradición tiene un doble origen:
- Pagano, por un lado, que se remonta al periodo greco-romano, en que durante los festivales de primavera se regalaban huevos pintados como símbolo de fertilidad.
- Cristiano, por otro lado, asociado a la "antigua" prohibición de comer carne y otros productos animales durante la Cuaresma, lo cual también incluía huevos. Por ello, éstos se guardaban recubiertos de una capa de cera en origen (pintados después) y se regalaban en días como éste, que era el momento en que podían volver a comerse.
Sólo a partir del siglo XIX se introdujo en la tradición la idea de los huevos de chocolate, que se asociaron al conejo como personaje que les trae los huevos a los niños y los esconde por la casa para que éstos los encuentren y puedan comérselos. Aunque el conejo en sí es otro antiguo símbolo de la fertilidad, lo cual tiene sentido en esta historia.
Sea como sea, a día de hoy se venden y compran cantidades enormes de conejitos y huevecillos de chocolate, que se regalan sin ton ni son y se consumen por suerte o por desgracia ya no sólo durante el domingo de Pascua, sino durante todo el mes anterior a esta fecha, que es cuando los supermercados empiezan a ofertar sus productos.
¿Os cuento un secreto? Es una lástima pero es cierto: esta historia la he aprendido a través de internet, ya que de toda la gente de por aquí a la que he preguntado en persona el por qué de hacerse estos regalos, nadie ha sabido contarme la leyenda. Para ellos lo importante a día de hoy ya es solamente el hecho de comer chocolate.
En cualquier caso, y sea como sea la celebración (o no) que os rodee en un día como hoy, ¡os deseo felices pascuas!
Para aprender un poquito más sobre la tradición de los huevos de pascua os remito al artículo Por qué se regalan huevos el Domingo de Pascua, que es de donde he sacado principalmente esta información.
PD. Los chocolates variados de la fotografía han sido adquiridos con el sólo propósito de mostraros los productos locales. No tienen absolutamente nada que ver con mi obsesión por el chocolate...