Dedicado a los Trans, de todo tipo.
Hace mucho pero mucho tiempo en una lejana región del mundo inexplorado aparecieron ellos: los bilingües; aquello fue la sensación, ¡extraordinario! Pues podían hablar y entenderse en dos idiomas diferentes utilizando la misma lengua, pero no tardó mucho en llegar su debacle, fueron superados rápidamente por los TRI, los trilingües ya eran capaces de hacer a pelo y pluma, a sol y sombra, a capa y espada. ¡Uff!Han estado reinando casi hasta el momento presente pero ¡atentos! Los padres aplicados de hoy día se esfuerzan en que sus hijos sean ¡políglotas! ¿Los POLIS?El Desiderátum será rápido, como una sombra oscura a pleno sol, un ángel de la muerte en la noche más clara llegará y al Amanecer todos habrán sido…, lo siento, mi glotis está ocupada enteramente y no es que no sepa, es que no se pronunciarlo.Pero, ¡qué importa!, ustedes lo saben bien, ¿verdad? Muchachos que dicen tener grandes problemas con un sexo, ¿entonces? ¿Problemas? No se imaginan lo que les vendrá encima cuando tengan problemas de número, multiplicándose y multiplicándose prodigiosamente en docenas de clones idénticos a ellos, los habrá: varón y varona, diversas variedades de clones intermedios expertos en el uso de la lengua y las plumas.Más de uno va a trinar a base de bien.
Una variación sobre este tema es lo que le ocurrió a don Martin Rothblatt, ingeniero de satélites de comunicaciones; con edad ya provecta y cuatro hijos en su feliz matrimonio “decidió” que quería ser mujer: con el apoyo de su esposa pasó por el quirófano y a llamarse Martine. Total, le habían dado el cambiazo, así, en seco, y aquello no parecía tener vuelta atrás.
Martine Rothblatt dirige una Fundación Transhumanista, ya ha visto el futuro, y el Proyecto Lifenaut que intenta almacenar el intelecto de un ser humano e inyectarlo en un o una robotita, ¿también habrá robots trans? Y especialmente políglotas supongo.Ya podéis poneros a frotar y frotar, de ahí lo que saldrá…conozco un montón de personas cuyo intelecto cabría de sobra en un viejo floppydisc.Daniel Paniagua Díez