Una curiosa investigación realizada por expertos del Instituto de Investigación Biosanitaria y de la Universidad de Granada concluye que con la ley antitabaco los niños tragan más humo que antes de que entrara en vigor dicha ley. Según los resultados obtenidos, los españoles fuman mucho más en su casa y en recintos cerrados como el coche.
La ley ha permitido reducir hasta en un 90% la concentración de nicotina en adultos no fumadores que frecuentan cafeterías, bares y otros recintos cerrados destinados al uso público colectivo, sin embargo, no ha beneficiado a algunos niños, ya que la presencia de esta sustancia en su organismo no se ha reducido, sino que se ha incrementado. Los hijos de padres fumadores son más fumadores pasivos que antes, por lo que los riesgos para su salud se han incrementado, ahora bien, son los progenitores los principales responsables.
Recordemos que el humo del tabaco puede incrementar, en los niños fumadores pasivos, el riesgo de padecer una enfermedad pulmonar obstructiva crónica conocida como EPOC durante su vida adulta, más probabilidad de sufrir trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), mayor riesgo de padecer asma, alergias, otitis media, bronquiolitis, neumonía, patologías cardiovasculares, cáncer, etc.
En la investigación se trabajó con un grupo de 118 niños de la cohorte INMA-Granada, perteneciente al proyecto de investigación Infancia y Medio Ambiente, los expertos analizaron el nivel de exposición al tabaco antes y tras la entrada en vigor de la actual ley antitabaco. Se realizó una encuesta epidemiológica y se midieron los niveles de cotinina, un alcaloide presente en el tabaco que resulta ser un metabolito de la nicotina, es decir, es una sustancia resultante de la transformación de la nicotina por el organismo. Este alcaloide se suele utilizar para medir la exposición que se sufre al humo pasivo.
Los resultados han mostrado que el 50,8% de los niños estudiados son fumadores pasivos y los niveles de cotinina son más elevados que antes de entrar en vigor la ley. Ahora una de las principales fuentes de exposición al humo del tabaco es el propio hogar, así se constata en los análisis, los niños que estaban expuestos al humo del tabaco en su casa tenían una mayor concentración de cotinina.
Los investigadores comentan: “Nuestros resultados indican que la prohibición de fumar en lugares públicos y de trabajo ha trasladado el consumo a lugares privados (hogares y coches), en contra de lo descrito en otros estudios que aseguran que prohibir fumar en bares no hace que aumente el consumo en casa”. ¿Cuál es la solución? Parece que las campañas de concienciación no sirven de mucho, por lo que quizá habría que estudiar algún tipo de estrategia más efectiva. No se puede prohibir que se fume en los hogares, algo que no sería posible controlar, otra solución sería prohibir el tabaco, pero no sería la solución ya que se incrementaría el contrabando, el mercado negro, etc. Buscar alguna fórmula para desenganchar a los fumadores sin que sufran el denominado “mono” sería una forma efectiva de reducir el número de fumadores en el país.
De momento los investigadores recomiendan que los profesionales sanitarios informen a los padres sobre las consecuencias negativas para la salud de sus hijos por la exposición al humo del tabaco, también recomiendan que se les hable sobre el papel tan importante que pueden desempeñar para que los niños no sean expuestos al humo del tabaco mejorando su calidad de vida y salud.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la Universidad de Granada, y a través de este artículo publicado en la revista científica Environmental Research.
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Con la ley antitabaco los niños tragan más humo