Con la ropa interior limpica

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Cuando va a comer a casa de su madre, nunca olvida los pendientes. Es algo patológico. No importa que vaya hecha un pincel. Su madre la escruta. De arriba abajo. Y siempre la encuentra más flaca, más gorda, más desmejorada, que el finde anterior. Cuando no tiene nada que objetar, le espeta: “No llevas pendientes”, como colmo del descuido personal. Que es lo peor que una octogenaria que va pintada hasta la playa cree que le puede decir.

Su madre es una mujer extraordinaria, de una calidez indescriptible y una sonrisa reconfortante, pero de firmes convicciones. “Una novia bien compuesta quita el novio de otra puerta”, es la máxima que viene oyendo desde niña. Lo cual quiere decir dos cosas:

1. Que su madre no conoce en absoluto a los hombres. Los hombres se van igualmente.

 Y 2. Que es de otra época. De la época en que los hombres salían de excursión, y no pasaba nada, y donde al médico se iba con la ropa interior limpia. Igualico que cuando se sale en busca de aventuras. Es lo mínimo.

Pero el concepto “ropa interior limpia” va más allá de ser curiosa, del aseo personal, vaya. Ahora, es una iniciativa social y solidaria, que consiste en hacer fotos a la ropa interior, ver dónde está fabricada, y subirlo a las redes sociales.

No, no se trata de fotos subiditas de tono, no la malinterpreten, es simplemente hacerle una foto a la etiqueta. Y ponerle la cara roja al fabricante. O al distribuidor. Grandes marcas con pingües beneficios a base de pasarse por salva sea la parte los derechos sociales, sindicales… A nadie le extraña pero casi toda la ropa que llevan está realizada en Bangladesh, India, Pakistán. Cuando no en China directamente. Maravillas de la deslocalización.

La tragedia de Bangladesh ha removido más de una conciencia. Pero la conciencia es caprichosa y relativa. Con esta crisis galopante, sólo es necesario subir 5 euros cada prenda a cambio de la paz social –de un país que no sabe, no sabemos, ni localizar a ciencia cierta en el mapa- no parezca tan importante. Y Pepito Grillo moleste lo justo.