Me llega un email de Skype, con una leyenda que promete un regalo: Llama gratis por 30 días.
Y amplía:
¿Sabías que con Skype además de hacer llamadas entre usuarios de Skype puedes llamar a teléfonos fijos y móviles? Para darte la oportunidad de probarlas, te regalamos un mes de llamadas gratis¹.
Y más adelante agrega, entre todos los beneficios que implica aceptar el regalo, que:
No tienes que suscribirte al plan después de la prueba gratuita¹.
Mmmm… ese numerito ahí, otra vez. Para un desconfiado por naturaleza como yo, fue suficiente alerta y me fui directo a buscar la referencia. Y claro, seré ingenuo, pero todavía hay cosas que me asombran:
¹ La prueba debe canjearse antes del 31 de octubre de 2011. Para acceder a la oferta, debes proporcionar detalles válidos de pago. Después del primer mes, el plan continuará automáticamente y los cobros se te harán mensualmente, a menos que lo canceles dentro de los 27 días posteriores a la fecha de inicio de la prueba [el énfasis es mío].
Bueno, si hay gente que vendió su alma por no leer la letra pequeña, puede fácilmente haber personas que se enganchen con el regalito y terminen en un enredo de formularios, mails, quejas e insultos por haber sido arrastrados a engorrosos trámites de baja del servicio. Después de ver el resumen de la tarjeta, claro.
Por supuesto que también es muy probable que haya gente que hace la gestión con gusto porque necesita el servicio. Pero, ¿no da un poco de bronca que se sigan usando estas viejas estrategias de ventas, poco claras y reñidas con el respeto que el cliente merece?