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Con S de Series. American Horror Story

Publicado el 08 noviembre 2013 por Davidmaldini @ConDdeDeporte

portada ahs

Puedo reconocer que American Horror no es una de las mejores series de la Historia. Puedo reconocer que el enfoque que propone es, a veces, demasiado surrealista y rayano en lo incomprensible. Pero lo que nadie podrá negarme es que American Horror es una de las producciones televisivas más originales. Porque la creación de Ryan Murphy y Brad Falchuk (los creadores también de “Glee”) es un homenaje al arte televisado. Desde sus “entradillas” hasta sus finales de capítulo. La serie cuida todos los elementos visuales y de sonido (las bandas sonoras son auténticas joyas) absorbiendo al espectador bajo una atmósfera sombría y violenta en la que se sentirá desorientado, confuso, pero a la vez hambriento de conocer qué hay detrás cada personaje, qué siniestra historia guarda cada uno.

Pese al título, AMS no es, al menos en mi opinión, una serie de terror. No sigue los esquemas básicos de películas de terror-gore (Véase, “La Matanza de Texas) o de terror-psicológico (Véase, “El Resplandor”). Categorizarla es una tarea complicada, y aunque la mayor parte de la crítica la califique de “dramática”, personalmente consideró que AMS es inclasificable. La originalidad de su planteamiento –sus diferentes temporadas son totalmente autónomas entre sí- la convierte en una producción que para los más ortodoxos será, posiblemente, un conjunto de sinsentidos incomprensibles. Sin embargo, aquellos que se atrevan a contemplar AMS desde una perspectiva más abierta y flexible, lejos de los cánones que habitualmente nos ofrece el cine y la televisión, quedarán atrapados –no tengo duda- por la oscura magia que desprende cada capítulo.

Aspectos estéticos aparte, AMS cuenta con un elenco de actores y actrices que muchas películas de Hollywood desearían poder reunir. Desde una pletórica Jessica Lange (ganadora de dos oscars como “Mejor Actriz”), que con sus sesenta y cuatro años sigue enamorándonos a algunos, hasta actores más jóvenes como Zachary Quinto (“Margin Call”, “Héroes”…) o Sarah Paulson. La actuación de todos ellos es, para mí especialmente la de Quinto en la 2º Temporada, magistral.

En el margen de “errores” de la serie –existente, muy a mi pesar- hay que subrayar la incoherencia argumental del guión en algunos momentos. La 2º Temporada, por ejemplo, es una auténtica locura, en la que la confusa mezcla de nazis y extraterrestres que realizan Murphy y Falchuk (como lo leen, nazis y extraterrestres…) sólo puede perdonarse por quienes somos fieles devotos de esta –pese a mezclas indisolubles- magnífica serie.

Finalmente, y con concreción en la última temporada (American Horror Story: Coven) que se encuentra en emisión, es necesario reseñar que la orientación de la serie hacía el público se ha limitado levemente. Así, si las dos primeras temporadas no tienen un “público objetivo” específico, en “Coven” (“Aquelarre”) la intención de los creadores de dirigirse a un “target” formado mayoritariamente por mujeres jóvenes (20-40 años) es evidente desde el propio punto de partida de la serie: una escuela de brujería en Nueva Orleans. En mi opinión, dada la evolución artística de la serie, ésta puede ser la mejor de las temporadas. Para saberlo con certeza deberemos esperar a su conclusión, pero la recomendación es insoslayable: si no has visto AHS… ¡Hazlo!

ÁLVARO PEREA GONZÁLEZ


Con S de Series. American Horror Story

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