
La transformación de la energía no sólo es útil para satisfacer nuestras necesidades como consumidores finales. Sin estos procesos intermedios, el transporte y la distribución de la energía al usuario sería complicada y costosa. El uranio, el petróleo o el carbón no llegan a los centros finales de consumo en su estado natural, sino que se transforman previamente en barras de combustible, gasolina o electricidad.
Los países más industrializados poseen infraestructuras de transformación y de transporte muy desarrolladas, que posibilitan el desarrollo industrial y accesibilida de la energía para cualquier ciudadano. En el caso de España, a pesar de poseer unos recursos energéticos muy limitados (prácticamente la totalidad de recursos fósiles son de importación), sí dispone de una infraestructura desarrollada para la transformación de la energía (refinerías, plantas de generación eléctrica), y para su distribución (redes eléctricas, redes de gas, almacenamiento de reservas de productos petrolíferos).
Diagrama de Sankey
La energía final obtenida siempre será menor que la energía primaria consumida ya que en todo proceso se producen unas pérdidas de energía no aprovechable. Todo esto se puede observar claramente en un diagrama de Sankey. Este tipo de esquemas representan líneas de flujo direccionales donde el ancho de las flechas es proporcional a la cantidad de flujo. Podemos verlo claramente en el diagrama confeccionado por la Universidad Pontificia Comillas en la Cátedra “BP de Energía y Sostenibilidad”:

En el ejemplo, que representa para España (año 2010) la transformación de la energía primaria en energía final, llama la atención el volumen representado por las pérdidas, el cual supone el 29,10% de toda la energía primaria consumida. La mayor parte de estas pérdidas se localizan en la generación de energía eléctrica.
Otro dato importante es la enorme dependencia de España respecto a sus recursos energéticos. Hasta un 82,70% de importaciones, motivado principalmente por el uso de combustibles fósiles. En cuanto a las exportaciones, prácticamente testimonial, apenas superando el 5% del total.
Un saludo, Watt
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