Muchos grupos ecologistas denuncian que, a pesar de su institución, el Día sin Coches ya ha perdido empuje y razón de ser en manos de unos gobiernos municipales que, después de “hacerse la foto”, continúan desarrollando cada día una política de movilidad destinada a favorecer la circulación de coches como principal modo de transporte urbano.
Combiene recordar que la verdadera filosofía de este dia consiste en democratizar la calle combatiendo los problemas de ocupación del espacio, aceras estrechas e incómodas para peatones, contaminación atmosférica y acústica, siniestralidad y destrucción de la vida urbana, emisiones de CO2 (la mitad de las emisiones del transporte causantes del cambio climático se producen en las ciudades)… El plantear un Día sin Coche limitándose a restringir de forma temporal el acceso de los vehículos privados a los centros urbanos y regalando el billete del autobús urbano para ese día, resulta ridículo e ineficaz.
La propuestas para reducir el tráfico en las zonas urbanas y mejorar la calidad de vida de sus habitantes sin coartar su movilidad deberían centrarse en los siguientes puntos:
- Un Plan de Movilidad Sostenible, adaptado a las características concretas de cada ciudad y a sus medios de transporte público.
- El control estricto de velocidad y de las emisiones acústicas causadas por el tráfico.
- La pacificación del tráfico en la ciudad, con “zonas 30” (donde no se permite rebasar los 30 km/h) que permitan la coexistencia de los distintos usuarios de las calles, con prioridad a peatones y ciclistas.
- Un Diseño Territorial que distribuya las actividades impidiendo el continuo aumento de las distancias entre los centros de trabajo y los lugares de residencia.
- Planes de transportes públicos interconectados y accesibles, que permitan la combinación con la bicicleta.
- La Implantación de una Red Básica de Carriles Bici, no solo periféricos, sino que permitan el acceso a las zonas centrales de cada urbe.
- La Recuperación del entorno urbano para los peatones.
- La Aplicación de la legislación sobre Calidad del Aire.
No se trata de dejar de utilizar el coche para siempre, sino de utilizarlo cuando es realmente necesario y al hacerlo seguir estos consejos de CONDUCCION ECOLOGICA:
- Preparar la ruta para evitar dar vueltas innecesarias: si vas a viajar a un lugar que no conoces muy bien o a hacer un viaje largo, es mejor que prepares bien la ruta con antelación para así evitar gastar combustible de manera innecesaria.
- Comparte vehículo siempre que puedas. Con compañeros de trabajo, vecinos, familiares,…el uso de un coche menos en la carretera y en las calles es una de las mejores maneras de colaborar con la reducción de la contaminación.
- Mantén los neumáticos buen estado: cuanto peor sea la situación de los neumáticos, más combustible consumirán. Revisa la presión y el desgaste cada poco tiempo y mantenlos en unas condiciones óptimas.
- Racionaliza el consumo de aire acondicionado y otros dispositivos del vehículo: su uso innecesario puede aumentar el consumo de combustible y, por lo tanto, la contaminación que produces al conducir.
- No revoluciones el vehículo: optimiza el cambio de marcha.
Muchos coches cuentan con un indicador de la gasolina que se está gastando en cada momento. Aprende a cambiar de manera que el indicador siempre esté bajo.
- Si no utilizas el coche en tus desplazamientos diarios, plantéate si es necesario que tengas uno propio. Optar por un coche de alquiler en lugar de por uno en propiedad ya es una decisión ecológica, ya que reduce el número de veces que el usuario coge un coche (son más si se tiene en propiedad) para trayectos que se pueden realizar por otros medios.
- Los coches con cambio automático consumen menos ya que optimizan el cambio de marchas y desgastan menos los componentes. Sin embargo muchos grupos ecologistas denuncian que, a pesar de su reciente institución, el Día sin Coches ya ha perdido empuje y razón de ser en manos de unos gobiernos municipales que, después de “hacerse la foto”, continúan desarrollando cada día una política de movilidad destinada a favorecer la circulación de coches como principal modo de transporte urbano.