Confesión

Ha pasado casi dos años desde la última vez que escribí aquí. Parece que es poco?. Supongo que no. Me han pasado demasiadas cosas como para poder ser resumidas en un simple post, y aún así no me queda otra que intentarlo. Solo espero podáis entender que han sido demasiadas cosas como para que quede tan ordenado y bien como desearía.
Todo comenzó cuando, por primera vez desde que salí en 2010 del hospital 12 de Octubre en Madrid, me pasaron las prometidas secuelas de la operación jodida y mal hecha de peritonitis, por la que estuve hospitalizado un mes y medio. Las secuelas, físicas, pueden resumirse simplemente en una peregrinación al médico que concluye con poner en manos de nuevo de un Apotecario y, pese a su buen hacer, tengo secuelas que no se quitarán nunca: Fallos en los riñones, sufrir tener cada x tiempo unos cólicos atroces, exceso de hierro en sangre y ver como cuando meas sale cualquier cosa menos pis. Todo gracias a que en España, al parecer, se pasaron mi historial medico por el forro y usaron medicamentos que me causaron secuelas...medicamentos que de haber leído mi historial no habría pasado esto. Ademas, la  anestesia me movió los dientes y me ha dado muchos problemas. Sumemos a eso dolores intermitentes, no poder dormir y depresión.
Esto, en este país, se traduce en montones de facturas amontonadas (De médicos, a devolver con la declaración. Eso si, te devuelven entre el 70% y el 90% cada agosto, pero facturas amontonadas de todos modos) y muy poca maniobra real de trabajo, lo que derivó en varias cosas a su vez, siendo la primera de ellas que todo recayó en los hombros de Kit y la segunda que me vi forzado, carente de  mas apoyos (Mis padres, octogenarios, han hecho muchos sacrificios para ayudarme en lo que han podido), a recurrir a colegas.
Pero la cosa no terminó ahí. Como sabéis, Kit se dedica a la academia y la escritura, y en estas circunstancias, además, a hacerse cargo de absolutamente todo lo que tenía que ver con... bueno, con todo. Las consecuencias de esto para ella fueron devastadoras. No podía dedicarse a sus cosas, cuidar de mi y de la casa y se vino abajo.
Así que, sumando todo, me vi arrastrado por los acontecimientos y viéndome que no podía hacer frente a la situación, algo en mí hizo crac! Me hizo sentir indigno de todo, de este blog para empezar. E incapaz de enfrentarme a todos vosotros e incapaz de escribir un solo post sin sentir que era un tipo que traicionaba vuestra confianza, algún tipo de estafador a vuestros ojos que, como  mucho, merecería que le insultaran, le aporrearan, le discriminaran y, de tenerlo cerca, le dieran de hostias (Literalmente, lo he soñado durante meses como pesadilla. De esas que en las películas, el sujeto se levanta gritando y sudando a horas intempestivas. Queda muy bien en las pelis, pero en la vida real, NO). Todo ello, reconozco ahora que he estado dándole vueltas porque la presión ha estallado de muchas malas maneras y hay que hacer acto de reflexión para poder volver al camino en que estaba antes, me llevó a ocultarme, a desaparecer  de todo. En mi cabeza, no podía volver hasta arreglarlo todo, porque solo en ese momento sería digno de nuevo de volver aquí y seguir con lo que realmente me hace sentir entero y sentir bien conmigo mismo a la salida de las responsabilidades diarias.
Pero la cosa no es tan fácil. Kit  ha estado muy mal.Necesita eximirse de responsabilidades y necesita ayuda médica ella. Y estar tranquila y segura y cierta estabilidad, y para ello, primero, tengo que estar en mis propios pies y estar bien yo. Y para eso, tengo que volver y enfrentarlo todo, enfrentaros a vosotros y regresar.
Enfrentarlo con humildad y con la verdad, que es esta:
Necesitábamos ayuda. La pedimos. Creíamos en todo momento que  una vez pasaran los trámites médicos y se estabilizara todo, podríamos solventarlo en nada, pero debido a las consecuencias físicas, tuve que ponerme a trabajar como guía freelance en vez de con contrato de 8 a 16h, con lo que los cheques empezaron a entrar de manera más irregular, y mi gozo en un pozo, no daba para ello de la manera regular que pretendía, así que, directamente, huí y me centré en otras cosas más, llamémoslas, mundanas, pese a que dentro de mí ardía en deseos de seguir escribiendo aquí, de documentarme, de volver a dar cosas a conocer a todos vosotros. Pero claro, no podía plantarme y decir: "Eh, tíos, tengo una mala racha que perdura, necesito estabilizarme para poder arreglarlo, ok?". Con qué cara podría seguir escribiendo? Cómo podría abrir la bandeja de entrada de comentarios sin esperar solo amenazas y similares, todo ello, por supuesto, justamente merecido?
Ahora tengo más fuerza para ello. Estoy físicamente mejor. Tengo más fuerzas y mi trabajo freelance termino, gracias a la ayuda de gente de aquí, que al saber mi situación, me han tirado un capote muy grande,Eso quiere decir que, digamos, a partir de mediados de Mayo, podré empezar a finiquitar lo que tengo con algunos de vosotros.
 Así que, como mi cabeza me sigue gritando que acabe de una vez con lo que tengo que devolver y luego volver a lo mío, vaya eso por delante. Ha pasado tanto, tantísimo tiempo, que me gustaría pedir que aquellos que me ayudaron en su día se pongan en contacto conmigo, en este mail:
luis.e.arias.p@gmail.com
No puedo usar mi correo habitual, porque tras dos años, casi dos años no me dejan entrar en el si no me verifican un montón de cosas. Ni al Twitter ni a otras cosas. El FB mio me entra, pero el del blog no me deja y no se por que.
Tengo una lista con nombres y blogs, así que por favor, me vayan mandando mails poco a poco y yo iré respondiendo.
Por favor, sé que mi desaparición tanto tiempo y el que  Kit haya sido mi portavoz puede haber hecho que mi credibilidad se vaya a tomar por culo:Me está costando un esfuerzo sobrehumano escribir esto y de hecho me esta ayudando Kit. Seguro que los lectores habituales del blog se darán cuenta de que somos dos pares de manos al teclado.Pero necesito dar el paso para estabilizarme de nuevo, regresar a mi rutina y sobre todo a mi estabilidad y mi salud mental, para ponerme en paz con vosotros, que me hicisteis el favor en su día y con quienes me siento tanto en deuda por el favor, como avergonzado por no poder haberme ni enfrentado a la situación.
Y no sé bien qué más decir. Espero poder reunir fuerzas para abrir de nuevo el blog y el correo mañana, para ver los resultados de mis palabras de hoy, porque ya digo que me está costando más aún de lo esperado hacer esta confesión. Y si reúno esas fuerzas, a partir de este momento, pondré unos pocos posts al día durante las próximas semanas, más o menos por la tarde noche también, hasta que todo, como digo, se estabilice y vuelva a su curso habitual, una vez mi vida vuelva a lo suyo, también volveré al blog con casi la misma intensidad de antes.
Nada más.
Bueno sí, una disculpa, por supuesto. Una gran disculpa y la promesa, cuente lo que cuente mi palabra ahora mismo, de que por fin está todo en rumbo de estabilizarse, y que no me olvido de vuestra ayuda ni de que estoy en deuda con vosotros. Durante este tiempo, os he tenido a todos en mente hasta casi volverme loco y martirizarme día tras día y hora tras hora. Es momento de romper el bucle de una puta vez (Perdón). Por última vez pido vuestra colaboración, una colaboración en la forma de un intento de comprensión por todo lo que, a grandes rasgos, estoy intentando explicar del infierno en que hemos estado sumidos todo este tiempo.
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A partir de ahora, todo a mejor. Para mí espero. Y para vosotros. Y para todos, confío.