Revista En Femenino

Confiemos

Publicado el 16 enero 2014 por Hogaradas @hogaradas

Mi amigo Ovidio ha descrito perfectamente hoy en su blog cómo está el panorama actual, y lo ha hecho en unas pocas frases, pero suficientes para hacer un resumen hiriente, sangrante, de esos que te remueven las entrańas por reflejar la cruda realidad de todo y todos cuantos nos rodean.
El mundo está patas arriba, sí, pero quizás no mucho más que entonces, que hace algunos ańos, que siempre en algunos de los casos, porque el poder es quien quita y pone, quien da y niega, quien eleva a los altares o condena al infierno, y eso creo que, por mucho que nos lo propongamos va a ser así el resto de nuestros días. Lo bueno es que a pesar de todo sigamos teniendo esa conciencia crítica y esas ganas enormes de cambiar las cosas, difícil repito, porque las personas, esas, no cambian, y el círculo es tan cerrado que solamente podrá entrar dentro quien se asemeje a sus actuales moradores, quien piense como ellos, quien esté dispuesto a actuar al igual que ellos, alejados de valores tan olvidados como el honor, la honestidad, la generosidad…
“Donde dije digo, digo Diego”, pues sí, porque pocas personas quedan de las de palabra, esas de toda la vida, las que nos enseńaron a ser desde bien pequeńos nuestros padres, esmerándose en nuestro educación; seres honrados, trabajadores, comprometidos, personas educadas, generosas, altruistas, a quienes debemos lo que somos y cómo somos, quienes nos han ayudado a llegar hasta aquí y a no mirar hacia otro lado ante la injusticia, el dolor ajeno, la falta de solidaridad…
Y qué me decís de la recompensa por el trabajo bien hecho. Pues sí, querido Ovidio, escritores reconocidos que todavía en muchos de los casos desconocemos cómo han llegado hasta donde están. Protegidos, avalados y encumbrados por grandes editoriales que van allanando su camino hasta hacerles tocar la gloria y alcanzar el éxito, ese que debería estar en posesión de otros colegas más capacitados, pero que la suerte, el destino, o no sé cómo definirlo, no ha querido que sea así.
Esperar, eso es lo único que nos queda, y seguir luchando, levantándonos día a día como tú lo haces, como hoy, como cada jornada, con tareas por delante, con la sensación de que un día de estos puede ser el definitivo, ese en el que llegue todo lo que estamos ańorando, y eso que creemos nos hemos merecido por el tesón, por nuestro trabajo, y como tú bien dices, por nuestra resistencia.
No sé dónde leí ayer que la clave del éxito empieza por confiar en uno mismo, confiemos pues, no creo que pueda haber mejor comienzo.


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