Magazine

Confrontaciones no bélicas como reacciones a la conquista, la "rebelión cultural" y el Taqui Onncoy andino

Publicado el 06 marzo 2014 por Víctor Barrera Alarcón
Me he fijado que en el artículo anterior ("Interacciones culturales: las reacciones nativas a la conquista") aparece en varias ocasiones el término confrontación cultural, pero no me he parado a explicar algunos de los casos aplicados en la conquista y colonización de América. No voy a pararme a hablar de la confrontación armada porque es algo que todos conocemos, ya fuese de la mano de los colonizadores con las comúnmente conocidas como "altas culturas" (principalmente los imperios Azteca e Inca) o con las denominadas "culturas menores" (señoríos y sociedades tribales de una menor complejidad político-administrativa). 
Vamos a centrarnos en hablar de la confrontación y la resistencia cultural a la colonización, algo que se ha estudiado bastante menos, centrándonos en el movimiento indígena andino conocido como Taqui Onccoy, nacido a mediados del siglo XVI en los andes peruanos, más exactamente entorno a la década de 1560 (aunque podemos encontrar las raíces del movimiento ya en la década anterior). Se trataría de un movimiento religioso de carácter mesiánico con un objetivo claro, que era la derrota del dios cristiano, para ello emplearían las mismas armas que se estaban utilizando para acelerar su aculturación: la religión. La derrota de la deidad traída por los colonizadores estaría provocada por la reunión de todas las divinidades del área andina quienes derogarían su poder en los hombres, otorgándoles así la fuerza necesaria para enfrentarse al dios rival. 
Cualquier lector que conozca un poco la cosmovisión andina se habrá percatado de las fuertes influencias cristianas que tiene ese movimiento anti-cristiano que era el Taqui Onccoy porque vemos que el poder de las huacas (las sacralidades fundamentales incaicas) ya no residiría en los objetos considerados sagrados tal y como sucedía en los tiempos del Inca (las huacas ya no habitarían en algunos elementos naturales como los árboles, las rocas o las ruinas y tumbas), sino que se introducirían dentro de las personas llegando a infundirles el poder necesario como para realizar una serie de bailes y ritos capaces de anular el bautismo y derrotar así al dios cristiano. Es decir, la deidad se hallaba en cada individuo formando una pequeña parte de cada ser, a la vez que los seres formaban una pequeña parte de la deidad (es interesante ver la relación con el sistema de reciprocidad tan típico del mundo prehispánico y más concretamente del mundo andino prehispánico en este hecho).
Junto con el Taqui Onccoy encontramos otras formas de resistencia no combativa como podían ser los suicidios o incluso en situaciones desesperadas, el infanticidio.
Referencias bibliográficas:
-FERNANDEZ HERRERO, B.; La utopía de América. Teoría. Leyes. Experimentos; Anthropos; Barcelona; 1992
-MARZAL, M.M.; Historia de la antropología indigenista: México y Perú; Anthropos; Barcelona; 1993

Volver a la Portada de Logo Paperblog