Revista Ciencia

Congreso Europeo de Virología 2010. EuroVirology

Publicado el 12 abril 2010 por Jal

Desde el pasado día 7 y hasta el próximo domingo, 11 de abril, está celebrándose en la magnífica ciudad alpina de Como, Italia, el 4º Congreso Europeo de Virología. Siendo uno de los participantes, y aunque todavía queda mucha conferencia por delante, no me resisto a enumerar, siquiera sucintamente, algunos datos y curiosidades que, hasta el momento, este EuroVirology nos está proporcionando…
En primer lugar, y antes de hablar de ciencia, nos está llamando mucho la atención a los más de 1000 virólogos congresistas, el tiempo casi veraniego del que estamos disfrutando –entre charla y charla, claro…-. La visión del lago y los Alpes, junto a la fantástica Villa Erba, Cernobbio, sede del congreso, son realmente estimulantes…
Pero entrando en terreno científico, tal y como he señalado, a continuación describiré algunas pinceladas (personales) sobre lo que, hasta el momento, está significando el evento –insisto que probablemente no serán las más significativas o las más innovadoras, pero serán pinceladas, al fin y al cabo; muestra de lo que las múltiples sesiones simultáneas pudieron, y pueden todavía, ofrecer-.
Desde el Instituto de Neurociencia de Princeton, L.W. Enquist nos deleitó con varias charlas. Una, incluso, de índole más filosófica que científica: Con el título “Los genomas virales son parte del árbol filogenético de la vida” se abordó un aspecto nuevo muy interesante –incluso como tertulia de té-. ¿Qué es y dónde empieza la vida? ¿Qué es un Ser Vivo? ¿Qué consideramos que debería ofrecer un Ser Vivo? Según la definición del Comité Internacional de Taxonomía Vírica, los virus son considerados “organismos NO vivos” que toman “prestadas” características de las verdaderas entidades con vida que infectan: energía-metabolismo, ribosomas… Sin embargo, dicha consideración debería de volver a ser reconsiderada. Dentro de las células, un genoma viral se comporta, en muchos aspectos, tal y como esperaríamos del material genético celular. Pueden evolucionar, adaptarse, mutar, afectar decididamente al intercambio de energía libre celular. No obstante, obviamente no poseen mitocondrias –aunque las células procariotas, verdaderos seres vivos, tampoco-, ni ribosomas, ni apenas enzimas para llevar a cabo un metabolismo eficiente y autónomo. Por todo ello, Enquist –bueno, en realidad un alumno suyo a quien encargó, según nos contó, hacer un trabajo sobre el tema- concluye que habría que hablar de “Vida Genómica” como un concepto nuevo, intermedio entre el término actual de virus “no-vivo” y vida autónoma verdadera. Personalmente, estoy de acuerdo con este planteamiento; este nuevo concepto facilitaría mucho la introducción a la virología que imparto a mis alumnos de segundo de biología.
Pero, por si fuera poco lo anteriormente expuesto, otra prueba de lo complejo que resulta poner “coto” al concepto de vida lo aportó H. Ogata desde la Universidad del Mediterráneo, en Marsella, al estudiar los agentes víricos más grandes y complejos conocidos; los Mimivirus. Virus con genoma ADN enorme de más de 1.2 Mb –más que muchas bacterias-, y que se ha visto que infecta, aunque no exclusivamente, amebas, son tan inmensos que se denominan “giruses” (por virus gigantes). Pueden acercarse a la micra de tamaño, es decir, al mundo de la microscopía óptica –a modo de ejemplo, HSV, un virus grande y complejo, tiene alrededor de 0.2 micras y, en el otro extremo, poliovirus sería de los más pequeños con 0.02 micras de diámetro-. Estos virus gigantes codifican un sinfín de proteínas, enzimas y diferentes factores que les permiten realizar procesos nunca vistos antes, faltándoles “un hervor” para ser células independientes. Por lo tanto, ¿siguen siendo organismos no-vivos? Esta es la pregunta que lanzó Ogata quien, ya puestos, aprovechó para presentarnos el proyecto TARA-GIRUS, un barco-laboratorio que pretende dar varias vueltas a la tierra recogiendo y analizando nuevos giruses…
Tal y como se indicó anteriormente, varios fueron los temas tratados por el polifacético profesor Enquist. Su segunda presentación profundizó en los mecanismos de expansión de los herpesvirus a través de las neuronas del sistema nervioso periférico. Utilizando, para ello, el modelo del virus de la pseudorrabia –un herpesvirus alfa (como el conocido HSV-1)-, de amplio espectro infectivo, y apoyándose documentalmente en unos vídeos moleculares increíbles, se nos presentó el proceso del viaje de partículas virales a través de los axones, interfiriendo, en dicho periplo, con el transporte de las mitocondrias a través de la misma red microtubular. Al parecer, la glicoproteína B del virus, a través de un mecanismo que implica la fusión de membranas y aumento del calcio intracelular, discapacitaría a la proteína motora kinesina para dicho transporte mitocondrial. Llegados a este punto, no puedo por menos señalar que en un trabajo previo llevado a cabo por mi propio grupo de investigación, ya se había observado –y publicado- que la infección de oligodendrocitos por HSV-1 modificaba la localización y agrupación mitocondrial –sin que, hasta la fecha, hayamos abordado la continuación de dicho trabajo…-. Sin abandonar a esta familia vírica, uno de los virólogos más prestigiosos del mundo, B. Roizman, desde la Universidad de Chicago, nos iluminó con las fases que HSV debe seguir para acabar latente en neuronas. Tras la infección, la célula dispone del denominado mecanismo de silenciamiento del ADN viral que el virus debería tener en cuenta. Este mecanismo se apoya en un complejo represor compuesto, entre otras, por las proteínas HDAC, CoREST, REST o LSD1. Al menos, tres proteínas de HSV -VP16, ICP0 y la proteín-quinasa US3- podrían suprimir dicho mecanismo de protección celular contra la infección. Sin embargo, nuevos datos señalan que precisamente HSV podría apoyarse en este mecanismo de silenciamiento para establecer latencia en neuronas.
Además de los anteriores, otros de los temas tratados hasta ahora, fueron los siguientes: nuevos posibles adyuvantes para elaborar vacunas contra la gripe que sean, por ejemplo, más seguros y utilizando como inmunoestimuladores derivados de los denominados Toll-like Receptors, TLR. Por supuesto, la pandemia de la mundialmente famosa gripe A estuvo, como no podía ser de otro modo, presente. Al parecer, y aunque las mutaciones no parecían drásticas cuando se comparaban con el H1N1 estacional, se observó que en muchos pacientes se producía una afección pulmonar severa. Nuevas vacunas y antigripales están siendo evaluados. HIV y Sida ha gozado, asimismo, de gran protagonismo: nuevos estudios quieren profundizar sobre el desarrollo de vacunas a partir de virus atenuado, en lugar de las actuales tentativas con recombinantes (N. Almond, Reino Unido).
Por otra parte, L. Pelkmans, Instituto para la Biología de Sistemas Moleculares, en Zürich, abordó un tema interesante, al mismo tiempo que polémico: la necesidad de tener modelos celulares de estudio fiables. Al infectar cultivos celulares con virus tenemos que hacer un gran ejercicio de honestidad para reportar los resultados más justos y no “más bonitos”, como nos mostró, en unos experimentos con campos en el microscopio muy heterogéneos donde, según el interés personal, podríamos obtener conclusiones completamente opuestas…
Estudios de microscopía electrónica e imágenes en 3D han permitido al grupo de R. Bartenschlager, de la Universidad de Heidelberg, Alemania, llevar a cabo una nueva y actual radiografía de la biología molecular de HCV. Se ha demostrado la formación de factorías lipídicas para la maduración y transporte de los viriones con la proteína viral NS5A como factor clave… El virus de la Hepatitis B y la implicación, junto a HCV, en cáncer, HCC, ocupó también su momento de gloria.
Finalmente, y dejando decenas de temas de investigación actual cruciales –pido disculpas a los agraviados- solo señalar que, además del que escribe este artículo, a caballo entre congresista y “rana Gustavo”, la representación española no puede ser más selecta: Estaban Domingo, Antonio Alcamí, Luís Enjuanes, Covadonga Alonso, Juán Ortín, Amelia Nieto, José Ángel Escribano, Rafael Blasco o María Eugenia González, entre varias decenas de virólogos nacionales.
Y ahora, si me disculpan, volveré con el denso libro de resúmenes a estudiar el “circuito” de charlas que realizaré mañana…
JAL (CBMSO)


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