Si trabajas cada día, ya sea como empleado o al cargo de tu propia empresa sabrás que tus ingresos están relacionados directamente con la cantidad de horas trabajadas. Sí, ya lo sé, a veces no tanto.
Puede que te mates a trabajar y no recibas un euro, o puede que pienses que tu esfuerzo no está justamente recompensado. Pero lo que está claro es que si dejas de trabajar esas horas tus ingresos pasarán a ser cero.
Este tipo de ingreso es un ingreso activo, depende en cada momento de tu trabajo y del número de horas que le dediques. Es la fuente de ingresos de la que disponemos la mayoría de las personas y tiene sus particularidades, entre otras, que no puedes aumentarla tanto como quisieras.
¿Hasta donde puedes aumentar tus ingresos activos?
Básicamente puedes aumentar tus ingresos activos de las 3 formas siguientes:
- Trabajando más horas en tu trabajo actual.
- Buscando un segundo trabajo.
- Aumentando tu sueldo.
Todas estas opciones están limitadas por definición.
En cuanto al numero de horas que puedes trabajar al día …
Está claro, materialmente no pueden ser más de 24 horas, y eso sin contar que necesitas comer, dormir y cumplir con ciertas exigencias higiénicas.
Si además, tienes familia, no hace falta que te diga las consecuencias que puede tener el hecho de no dedicarle el tiempo que se merecen. ¿No son ellos el motivo para el que dedicas tanto esfuerzo en tu trabajo? No hagas que ese esfuerzo deteriore la relación familiar, eso sería un contrasentido.
Por otro lado, dependiendo de tu situación laboral, no será tan fácil generar más ingresos trabajando más horas. Depende de tu tipo de contrato, del trabajo que realices y de la situación económica.
Si eres operario en una fábrica es probable que tengas oportunidades de hacer horas extras, pero eso dependerá de la carga de trabajo de la empresa, que con la situación actual puede no ser muy alta.
Si trabajas en una oficina, normalmente no tendrás esa posibilidad, ya que en la mayoría de los casos se supone que tu sueldo corresponde a la consecución de ciertas metas o finalización de ciertas tareas sin importar el tiempo dedicado.
En cuanto a lo de buscar otro trabajo …
No es imposible, pero en situaciones como la actual no es fácil, dado el número de desempleados que hay. Cierto, la economía puede mejorar, pero siempre existirán ciclos y no siempre tendrás esta opción disponible.
Piensa también en qué tipos de trabajo puedes realizar después de una jornada laboral normal, con suerte puedes acabar en una oficina revisando papeles, pero es más probable acabar en trabajos menos agradables.
En ambos casos piensa que trabajar tantas horas, acabará agotándote y haciendote rendir menos, lo cual repercutirá en tu rendimiento y en algunos casos poniendo en peligro tu puesto de trabajo.
En cuanto a lo de aumentar tu sueldo …
Puedes trabajar duro y conseguir ser promocionado en tu empresa, pero no olvides que eso conlleva una mayor responsabilidad y en muchos casos una mayor dedicación. En muchos casos, esto puede hacer incluso que tu sueldo horario baje si la subida no es muy sustanciosa y el aumento de las horas de dedicación sí lo es.
También puedes buscar un nuevo empleo con una remuneración más elevada. La oferta de oportunidades donde ofrezcan mayores salarios está íntimamente ligada al ciclo económico, por lo tanto, no siempre podrás tomar este camino.
En muchos casos, esas oportunidades van asociadas a puestos de responsabilidad y la oferta de éstos es más reducida. En la estructura de una empresa se necesitan menos directivos que trabajadores, lo cual reduce las posibilidades de escalar cada vez más hacia arriba, tanto dentro de tu empresa como cambiando de compañía.
Bueno, yo tengo mi propio negocio…
Si tienes tu propio negocio o eres autónomo, estás en una situación similar. Dedicas horas y horas a tu proyecto, sin descanso, y lo que obtienes a cambio es proporcional a tu trabajo y a veces ni eso, si no consigues hacerte un hueco en el mercado.
Es cierto, que si la situación acompaña, tus posibilidades de aumentar los ingresos a base de trabajar más horas o de aumentar los precios, son mayores, aunque sujetas a muchos factores como el ciclo económico, tus competidores o incluso tus proveedores.
En conversaciones sobre la conveniencia de invertir en activos, personas a cargo de pequeñas empresas familiares que trabajan muy duro y no cejan en su empeño de crecer, suelen comentar que prefieren dedicar su energía y dinero a su negocio, ya que obtienen un resultado mejor que con cualquier otra opción.
No lo niego, en la mayoría de los casos es verdad, y me consta. Aún así el crecimiento de un negocio está limitado por la capacidad de ser gestionado con el mismo grado de éxito cuando se hace más grande. Más clientes, más proveedores, más recursos, necesitan más dedicación y ser capaz de desarrollar cierto grado de delegación en otras personas, lo cual no siempre tiene el resultado esperado.
¿Cuánto tiempo podrás mantener un ritmo frenético?
Supongamos que pese a todo lo anterior, consigues trabajar más horas, aumentar tu sueldo o hacer que tu negocio crezca más de lo esperado. Esto se sostiene gracias a tu energía y vitalidad, pero no se puede mantener un ritmo así a lo largo de toda la vida.
Cuando te vayas haciendo mayor, tu capacidad descenderá, sobre todo dependiendo de los excesos que hayas cometido en el pasado. O puede que haya periodos donde por enfermedad u otro motivo, no seas capaz de rendir lo suficiente para mantener el ritmo de vida que te has marcado.
Piensa en tu jubilación, ¿podrás mantener tu nivel económico en un escenario de pensiones decrecientes y edad de jubilación cada vez más avanzada? Es normal que tengas dudas al respecto.
¿Son los ingresos activos tu única fuente de ingresos?
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