En el artículo que sigue a continuación del blog Sano y Salvo, podéis comprobar la importancia que tiene para nosotros, los pacientes, prestar atención a nuestro tratamiento y no guiarnos por los colores y los tamaños de cajas y pastillas.
Errores de medicación relacionados con el aspecto de los envases
La publicación del Real Decreto-ley 9/2011, que trajo consigo la prescripción por principio activo, ha hecho que los errores con la medicación se puedan cometer con mayor facilidad.
La isoapariencia,"si son iguales que parezcan iguales", podría ser un elemento importante para ayudar a evitarlos. Por esa razón SEMFyC, SECA y FAECAP lanzaron una campaña para sensibilizar a la Administración sobre este problema, que hasta ahora no ha tenido resultados, aunque seguimos trabajando en ello.
Pero también es importante no confundir como iguales los medicamentos diferentes. Para ilustrar la facilidad para cometer un error, confundir una fluvastatina de 80 mg con una atorvastatina de 20 mg, adjunto la foto que me ha enviado una compañera. Sin embargo bastaba con leer las cajas para no equivocarse. ¿Qué ha ocurrido entonces? Una respuesta probable es que hayamos llegado a un punto de confusión en el que los pacientes no leen las cajas y se basan en su aspecto, en sus colores.
Por eso, para que la profusión de aspectos no lleve a confundir medicamentos iguales como diferentes y viceversa, nosotros seguimos trabajando por la Isoapariencia, para que sea fácil "entender" la caja de los medicamentos.
Es algo muy importante conocer todos los medicamentos que tomamos, aprendernos su nombre de venta al público y a ser posible el principio activo de que se trata.
También debemos comprobar que contenga la dosis adecuada. Si hay dos cajas que se parezcan, escribe con un rotulador en letras grandes, enormes, el nombre de cada una.
Cuando acudimos a la farmacia por nuestra medicación, debemos comprobar antes de salir del establecimiento que no hay ningún error, que lo que nos dan es nuestro tratamiento. Todos somos humanos y pueden equivocarse, de hecho, a mi me pasó una vez, pero como siempre realizo la comprobación, lo cambiaron y se disculparon...........no hubo mayor problema .
Si estás ingresado en el hospital y si estás en condiciones, hay que estar atento a todo lo que nos traen, y si hay algo que no conocemos o que no es nuestro tratamiento habitual, preguntar a la enfermera qué es y para qué sirve antes de tomarlo.
También debemos estar pendientes de nuestros inmunosupresores y del horario que llevamos. En un hospital no tienen la misma rigidez horaria que llevas en casa, pero si estás atento y avisas puedes seguir casi con la misma rutina.
La medicación se suele guardar en un armario o en un cajón y el llevar un orden en su colocación también es una buena ayuda para evitar posibles errores o despistes.
Mi forma de colocarlas es la siguiente: todas las de mañana en una fila, las del mediodia en otra y las de la noche en otra. De esta forma, es improbable la equivocación porque mi mano se dirige automáticamente a la fila del turno que toca en ese momento. Aunque siempre me aseguro de que son las correctas. "Mujer prevenida vale por dos"
De todos modos, cada persona debe encontrar el truco para evitar confundirse en la toma de sus medicamentos.
Ana Hidalgo