La radioterapia consiste en aplicar varias formas de radiación para tratar el cáncer y otras enfermedades de la manera más efectiva posible.
¿Cómo funciona?
La base de la radioterapia consiste en dañar el material genético (ADN) de las células cancerosas o tumurales para anular su capacidad de reproducción. Las células muertas son eliminadas por el cuerpo de forma natural.
El inconveniente es que, en ocasiones las células normales también se ven afectadas por la radiación, aunque éstas tienen la capacidad de reparación que en las células cancerosas no existe.
El oncólogo, mediante el análisis elabora un plan de acción según el cual se protege el tejido normal circundante cuanto sea posible.
Tratar el cáncer
Puede tratarse de diferentes formas:
• Eliminando tumores que no se han extendido a otras partes del cuerpo.
• Reduciendo los riesgos de reaparición tras una cirugía o tratamiento con quimioterapia.
• Reduciendo el tumor antes de una intervención quirúrgica.
Tratar lo síntomas
Con el fin de mejorar la calidad de vida del enfermo mediante tratamiento paliativo
• Reduciendo tumores cuyos síntomas interfieren en la calidad de vida, como el efecto de disnea en el cáncer de pulmón, etc…
• Aliviando el dolor
Asumir los riesgos y calibrar los beneficios
Es recomedable hablar con el oncólogo y consultarle las dudas que se presenten ante el tratamiento. Algunos pacientes temen que la radioterapia genere otro cáncer, puesto que también altera las células “buenas”, pero, de hecho, el riesgo de que aparezca un segundo tumor es muy bajo.
Hay que tener en cuenta que el hecho de la posibilidad de curarse supera cualquier pequeño riesgo del tratamiento.
Si es fumador, abandonar el hábito es la mejor prevención para reducir los riesgos de un segundo tumor.
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