El artículo ¿Conoces la historia de la novela negra? | Black February es propiedad de Carmelo Beltrán.
Para el último viernes de febrero no se me ocurre una mejor idea que charlar acerca de la novela negra en sí. Al fin y al cabo, el nombre de esta iniciativa tenía que representarse de alguna manera. Y es que, aunque se ha pasado por encima a lo largo de todos los artículos, hoy toca detenerse unos instantes y disfrutar.
Qué es la novela negra
La novela negra ha sido definida por muchas personas. Sin embargo, yo quiero quedarme con las palabras que le dedica Raymond Chandler. En su obra El simple arte de matar, se refiere a ella como la novela del mundo profesional del crimen. Una terminología que le llega al dedillo.
La novela negra se asocia a un subclase de la novela policíaca. Después de todo, el objetivo en este tipo de narrativa no es la de la resolución del misterio. Los argumentos violentos y complejos, la división entre bondad y maldad, que no tiene espacio, y la decadencia de la verdad, es lo que, en realidad, quiere reflejar.
1929: el año clave de la novela negra
La novela negra tuvo un punto de inflexión en el año 1929. Concretamente, en septiembre, tras la publicación del número mensual de la revista Black Mask —un formato, pulp, que ya nos entendemos por aquí—.
La imagen de la portada mostraba una ilustración de Henry C. Murphy, la cual representa, por primera vez, a Sam Spade, detective insignie de Dashiell Hammett. Todo ello solo puede significar una realidad: llega El halcón maltés.
A causa de todas estas circunstancias, el género de la novela negra recibe el nombre con el que hoy la conocemos.
Las características de la novela negra
A pesar de que todos tenemos en mente, más o menos, la manera en la que se configura la novela negra, no está de más realizar un especial hincapié en el tema. Después de todo, no deja de ser un reflejo de la atmósfera de miedo, violencia, injusticia, inseguridad y corrupción de las primeras décadas del siglo XX. Estados Unidos no tuvo su mejor época, eso desde luego.
Como te he contado a lo largo del mes, la novela negra encuentra en el formato pulp su vehículo ideal. En este sentido, es un lenguaje sencillo, con una genuina preocupación social, dando pie a ambientaciones y descripciones de corte naturalistas, urbanas y con presencia habitual de suburbios. Así se representa la corrupción política y moral de la época.
El desarrollo de la trama es rápido y violento. El crimen se devuelve a ambientes degradados. De esta manera, detective y criminal acostumbran a cruzar de manera recurrente la barrera entre el bien y el mal. Es muy habitual la presencia de un arquetipo detectivesco como personaje fracasado.
La motivación y el móvil de los crímenes acostumbra a ser alguna debilidad humana. La rabia, la necesidad de poder, el odio, codicia, la lujuria… Todo ello representado con un lenguaje crudo y callejero, dando más importancia a la acción que al análisis del crimen en sí.
La estructura de la novela negra
En la mayor parte de las obras de novela negra, se puede encontrar la siguiente estructura:
- Narrador en primera persona. Aporta realismo y compromiso a la lectura.
- Un crimen como elemento catalizador de los hechos.
- Búsqueda dura y cruda de la solución del caso, con pequeños espacios para el análisis psicológico.
- Las preguntas a responder son: quién, cómo, por qué y cuándo.
Arquetipos típicos de la novela negra
La novela negra —al igual que el resto de componentes de este gran género— se prestan mucho a la creación de arquetipos. Estos son:
- El detective o investigador que regenta el papel de bueno.
- El colaborador del detective.
- El criminal, que siempre suele ser el malo.
- Cuando es una serie, acostumbra a aparecer la femme fatale que le hace perder los papeles.
- Una ciudad que tiene vida propia y lugares oscuros.
Los creadores de la novela negra
Todo género tiene una especie de padre o de madre. Esto es, un referente que se atrevió a cambiar lo establecido y a dar un paso hacia delante. Mary Shelley en la ciencia ficción o Edgar Allan Poe en la novela policíaca, son grandes ejemplos. De esta manera, en el género de la novela negra encontramos:
- Carroll John Daly. Crea a Race Williams y con él muchos de los estereotipos del hard boiled. Todo ello en 1922.
- Dashiell Hammett. Sam Spade es su principal carta de presentación, aunque Nick Charles no se queda atrás. Fue el primer escritor de novela negra que tuvo en cuenta todo lo relacionado con el estrato social. Después de todo, su compromiso político era una de sus particularidades.
- Raymond Chandler. Destaca Philip Marlowe. Su principal aportación fue un estilo irónico, cínico, ingenioso y ácido.
Las antiguas historias de amor y muerte
En todas las historias, hay dos elementos que se han repetido de manera obsesiva a lo largo del tiempo: sexo y asesinato. La novela negra no está lejos de ninguno de ellos. Por ello, la obra más leída de la historia de nuestro tiempo contiene ambos: la Biblia.
Piénsalo. En el Antiguo Testamento todo es robo, asesinato, violaciones, matanzas y genocidios. Una historia bonita, desde luego, no es lo que contiene. Sin embargo, más que la filosofía que tiene esta obra —que, por cierto, deberías de cotillearla—, allí se encuentra la primera investigación criminal de la historia: el asesinato de Caín a Abel. Aunque bueno, allí el detective es Dios, pero me entiendes.
Como puedes ver, la novela negra nos ha acompañado desde que el mundo es mundo. Incluso antes. Pues ya cuando charlamos sobre la novela policíaca te conté la obra de Edipo Rey en la Antigua Grecia. Varios siglos antes de que se publicara la Biblia.
El resumen es que la violencia y la muerte ha sido una constante en la literatura. Fuentes de imaginación de autores por doquier.
Esto es todo lo que te quería contar hoy sobre la novela negra. Espero que te haya gustado. Después de todo, la historia de la novela negra es la propia historia de nuestra literatura. Por ende, merece la pena detenerse en ella. ¿Qué te gustaría añadir a ti?
El artículo ¿Conoces la historia de la novela negra? | Black February es propiedad de Carmelo Beltrán.