Pocos artistas se dedican a ella de manera profesional pero la técnica del fumage o del ahumado ha creado grandes obras fruto de unos artistas muy precisos y estudiosos de la técnica. Pese a la dificultad de la puesta en práctica, es una técnica tan bella de admirar en su realización como en su acabado final.
La técnica del fumage, del ahumado, del humo o del tabaco, como lo conocen algunos, consiste en impresionar las manchas de color mediante el tiznado que desprende una vela, una lámpara de queroseno o incluso un cigarro (para papeles tintados). Se puede llevar a cabo sobre papel, sobre lienzo e incluso sobre el mismísimo techo, lo importante es que el soporte esté colocado por encima del fuego, para que el humo impregne esa superficie.
Esta corriente surge como una de las muchas vertientes del surrealismo, esa época en la que nada estaba inventado y lo existente necesitaba ser redescubierto. En un afán de volver a lo primigenio fue el artista Wolfgang Paalen quier redescubre y pone de manifiesto está corriente a la que le daría el nombre en francés de fumage.
Como se puede ver en la obra que precede a estas líneas, al finalizar el tratado del humo, Wolfgang Paalen aderezaba con unas pinceladas de color la obra para hacerla, si cabe, más personal.
Salvador Dalí también probó en diversas ocasiones este tipo de arte, aunque la designación fue otra, él optó por el italiano para referirse a ella y le bautizó como sfumato. El genio surrealista se sentía atraído por la facilidad con la que el humo puede crear esas texturas y patrones, de una manera tan libre y a la vez tan condicionable.
Materiales posibles a emplear
- Velas, sopletes, candelas…
- Gomas, borradores, difuminos…
- Pinceles de goma, pinceles de cerdas, plumas…
- Cúter, espátulas, rascadores, punzones…
- Fijador
- Papeles gruesos (para que no prendan)
Los materiales son tan libres como quiera el artista. Se trata de una técnica muy compleja principalmente por la postura que se debe adoptar para ponerlo en práctica. El soporte siempre por encima del fugo, por lo que hay que fijarlo previamente y trabajar boca arriba, para después bajarlo y continuar los detalles en una posición más tradicional de trabajo.
Si quieres conocer un poco más sobre este arte o alguno de los artistas que se dedican a ello profesionalmente te recomendamos que visite este post sobre el artista del fuego, Steven Spazuk.