Nonotak es un dúo de artistas que vive en París y está compuesto por la ilustradora Noemi Schipfer y el músico Takami Nakamoto, quienes en conjunto trabajan manipulando la luz y las sombras para crear ambientes inmersivos impulsados por el fundamento arquitectónico.
“En términos simples, nosotros siempre usamos figuras realmente simples en 2D como líneas, triángulos, círculos y la idea es encontrar cómo podemos posicionarnos en el espacio para crear con ello un objeto en 3D”, explica Shipfer.
Las diferencias de ambos les permiten tener un alcance compuesto mayor: Schipfer tiene habilidades en poder visual mientras que Nakamoto tiene experiencia en estructura física y experiencias aureales.Sin embargo los dos no han dejado de buscar nuevos elementos, materiales y técnicas para incorporar en el trabajo que realizan juntos desde el año 2011.
Nonotak no sólo se trata de instalaciones sino performances que han presentado en festivales desde Tokio hasta Kaunas.
Sus presentaciones más recientes se sienten más como un show de música eléctrica que a una exhibición en una galería de arte activando y abrumando los sentidos del espectador, particularmente en ‘Late Speculation’ y ‘Horizon’.
Ellos apuestan a crear un cuarto lleno de luces, reflejos y sonidos, siendo estas dos las primeras ocasiones en las que desarrollan un ambiente envolvente de esta escala.
‘Hoshi’ es el proyecto que llevó al límite el concepto a través de las alturas utilizando un espejo angulado enorme, superficies de espejo y luces para crear otra ilusión a gran escala pero en esta ocasión se colocan en un círculo para dividir la habitación infinita y jugar así con el sentido de la profundidad y la reflección del visitante.La pieza instalada en un álmacen también utiliza la luz para elevar el efecto y estructuras como andamios para crear un sentimiento de expansividad que nunca termina mientras las luces parpadean intermitentemente invadiendo el espacio y provocando una sensación muy creepy.
Esta pieza es una versión de un proyecto anterior, ‘Silhouettes’, que mezclado con una lona cubierta con agujas y con lámparas por detrás que eran controladas por el par, quienes manipulaban las dimensiones espaciales de la lona en el proceso.
Ellos incrementaron la idea de un 6 metros por 2.5 a un espacio de cerca de 2 mil 400 metros cuadrados, usando mil 800 metros de andamiaje, 50 luces estroboscópicas y 50 LEDS empacables.
El sonido se transmite de 6 subs y 12 bocinas, lo permite a la gente caminar a través y sumergirse en los hipnóticos sonidos y vistas, logrando la intención de crear la sensación de caminar a través de las instalaciones puestas en galerías.
Fuente: vanguarida.mx